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The Islamic Bulletin
Volume XXX No. 30
cubiertos y protegidos. ¿Dónde se encuentran las per-
las? En el fondo del océano, cubiertos y protegidos en
una hermosa concha. ¿
Dónde se encuentra el oro? De-
bajo en la mina, cubierto con capas y capas de roca. Hay
que trabajar duro para llegar a ellos. “Le dijo a su hija:”
Tu cuerpo es sagrado. Es mucho más preciado que los
diamantes y las perlas, y que debe ser cubierto también”.
Cuando Mu-
hammad Ali
fue diagnos-
ticado con la
enfermedad
de Parkinson
en 1979, no se
detuvo y siguió
poniéndose a la
disposición de
las causas benéfi-
cas en todo el
mundo y se las
arregló para ne-
gociar el regreso
de los rehenes
estadounidenses
desde el Líbano e Irak.
Incluso aumentó su papel activo en la búsqueda de la
justicia en todo el mundo. Con el tiempo la enfermedad
afectó severamente su movilidad y su discurso. “Nosotros,
como musulmanes tenemos que levantarnos en contra
de los que utilizan el Islam para avanzar en sus propios
beneficios personales,” – Dijo Ali-. Recordó que aunque
era grande, no era el mejor; era un siervo de Alá (SWT).
El 3 de junio de 2016, Muhammad Ali volvió al Señor. Él
es una de las figuras del siglo pasado más famosas, más
queridas y más escritas. Estuvo
en la portada de la revista Sports Illustrated 30 veces.
Encendió la antorcha olímpica en los Juegos de Atlanta en
1996 y fue el primer musulmán en hacerlo. Como último
aliento desafió a los Estados Unidos para que cumplieran
con sus Promesas y se negó a aceptar la imposición injus-
ta de clase y de raza.
El ex fiscal general de los Estados Unidos, Eric Holder dijo
“su mayor victoria no fueron sus anillos sino en nuestros
tribunales en la lucha por sus creencias.” Él nunca dejó de
ser un ejemplo para todos y constantemente recordaba a
la gente sobre Alá y la fe islámica. Decía la verdad, nunca
estaba avergonzado de ser piadoso y se sentía a gusto en
los palacios que visitaba como en las casas humildes de la
Muhammad Ali 1942-2016
E
l
campeón más
grande
de
todos
los
tiempos
gente de su ciudad natal. Él sabía cómo manejar las pre-
siones de la fama y las obligaciones que traía la fama. Se
las arregló para canalizar su fama para un buen propósito
y vivió su vida de acuerdo a su fe y los principios del Islam.
Este embajador de la humanidad siempre se las arregló
para practicar lo que predicaba en todas las esferas de su
vida.
Muhammad Ali fue enterrado en su ciudad natal de Lou-
isville Kentucky. Se estima que 100.000 personas se alin-
earon las calles con carteles y cantaban, “Ali! Ali!” mientras
lo llevaban a su lugar de descanso final. Su lápida fue
simple para mantener la tradición musulmana. Muhammad
Ali fue un campeón para todas las personas y será recorda-
do con cariño.
“En verdad a Alá pertenecemos. Él es nuestro retorno”.
(Corán 2: 156)
Le pedimos a Alá que tenga piedad de él, que perdone sus
pecados y le conceda el más alto nivel en el paraíso, de
Jannat Al Firdous. Ameen.
ASTAGHFIRULLAH
Perdóname Oh Allah
Por el pasado
ALHAMDULILLAH
Alabado sea Allah
Por el presente
INSHALLAH
Si Allah quiere (Ojalá)
Por el futuro