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The Islamic Bulletin
Súplicas / Recuerdo (Dua) Mañana y Tarde
· Situarse mirando a la quibla.
· Nunca pedir lo que es ilícito (haram).
· Pedir todo lo que necesitemos; la forma general de la súplica es pedir “todo lo bueno de esta vida
(dunia) y de la última (akhirah)”.
· Dejar la resolución de la súplica en manos de Al-lah (no es necesario decir “concédeme tal si es
bueno para mí”, porque Al-lah conoce bien lo que es bueno para cada uno de nosotros).
· Insistir en nuestra súplica, pues dependemos enteramente de Al-lah.
· Elevar las manos, con las puntas de los dedos hacia el cielo.
· Bajar la vista en señal de humildad y no mirar hacia arriba.
· La voz suave, ni alta ni muy baja.
· Finalizar con las alabanzas a Al-lah y las bendiciones para el Profeta (Salla Allahu ‘alaihy wa sallam)
y diciendo: “Alhamdulillah rabbi al ‘alamin”. (Alabado sea el Señor de los Mundos).
Hay algunos momentos en los que es más probable que sean respondidas nuestras
súplicas:
· Cuando llueve (pues la lluvia es una bendición de Al-lah).
· El último tercio de la noche, especialmente antes del Fayr.
· Entre el Adhan y el Iqama (la llamada a la oración y el comienzo de la oración).
· El día de ‘Arafat (durante la peregrinación).
· Durante el Qunut del Taraweeh en Ramadan.
· La Noche del Destino.
· El viernes, desde el Asr hasta el Maghreb.
· Al romper el ayuno.
· Antes de beber agua de Zam Zam.
· Inmediatamente después de la oración.
· En postura de suyud (postración).
· El musulmán debe procurar que no hayan obstáculos para la concesión de la súplica; en general,
el buen comportamiento del musulmán, su intención y su actitud humilde y de sumisión con Al-lah son
necesarios para obtener el honor de una respuesta a nuestra petición.
La súplica puede realizarse en cualquier idioma, aunque si se realiza durante la oración sólo puede
pronunciarse en árabe.
CAPITULO DE SUPLICAS Y DHIKR REGLAMENTADAS PARA DORMIR Y DESPERTAR
Narro Hudhaifah (radi Allahu ‘anhu): Cuando el Mensajero de Al-lah (Salla Allahu álayhi wa sallam) se
iba a dormir en la noche, él ponía su mano debajo de su mejilla y suplicaba:
“Al-lahuma bi Ismika amout wa ahyaa.
“¡Oh Alláh! En Tu nombre muero y vivo.”
“Al hamdullilahi al ladhi ahyaanaa ba’da maa amaatanaa wa ilaihin nushuur.
“La alabanza es de Al-lah quien nos ha devuelto la vida después de habernos causado la muerte, y a Él
es nuestro regreso.”
[Al Bukhari. Y reportado por Abiy Dharr similar. Y proviene de Muslim reportado por Al Bara’ Ibn ‘Aazab
similar al de Hudhaifah.]