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Oficina de Cultura y Difusión Islámica • Argentina
Sahîh Al-Bujârî
el salat, dar el zakat y mantener las buenas rela-
ciones con tus familiares».
704.
Abû Huraira relató que un beduino lle-
gó ante el Profeta (B y P) y le dijo: ‘Indícame una
obra que, si la realizo, me introduzca al Paraíso’. El
Profeta (B y P) le dijo: «Debes adorar a Dios y no
asociarle nada; debes practicar la oración prescri-
ta, debes dar el zakat impuesto y debes ayunar el
Ramadán». El beduino dijo: ‘¡Por aquel que tiene
mi alma en Su mano! No agregaré nada a esto:
Cuando se marchó, el Profeta (B y P) dijo: «Quién
guste de ver a un hombre del Paraíso que mire a
este hombre».
705.
Abû Huraira también relató: ‘Cuando el
Mensajero de Dios (B y P) murió y vino (El Cali-
fato) de Abû Bakr, algunos árabes renegaron (del
Islam) (y Abû Bakr decidió combatirlos). ‘Umar
dijo: ‘¿Cómo es que combatirás a la gente si el
Mensajero de Dios (B y P) dijo: «Se me ordenó
combatir a la gente hasta que digan: No hay Dios
sino Dios. Los que así digan habrán salvado de
mí su vida y su propiedad, excepto que haya una
razón (para tomarlas) y sus cuentas las rendirán
ante Dios»? ‘Abû Bakr dijo: ‘¡Por Dios! Combati-
ré a quien diferencie entre el salat y el zakat, pues
el zakat es una obligación sobre las propiedades.
¡Por ellos Dios! ¡Si me niegan una cuerda que so-
lían dar al Mensajero de Dios (B y P), los comba-
tiré por negármela! ‘Umar dijo: ¡Por Dios! Real-
mente Dios había abierto el corazón de Abû Bakr
a la lucha. Entonces supe que era lo correcto’.
II
El pecado de quien se niega a
pagar el zakat
706.
Abû Huraira también relató: El Profeta
(B y P) dijo: «(En el Día de la Resurrección) ven-
drán los camellos a su dueño, en su mejor esta-
do. Y si él no pagó el zakat por ellos, lo golpearán
con sus patas. Así también vendrán las ovejas a
su dueño, en su mejor forma, y si él no ha pagado
el zakat por ellas, lo golpearán con sus pezuñas
y lo atacarán con sus cuernos». Y agregó: «Uno
de sus derechos es ser ordeñadas frente al agua».
Luego añadió: «No quiero que alguno de vosotros
llegue al Día de la Resurrección cargando una
oveja balando sobre sus hombros. Me dirá: ¡Mu-
hammad (ayúdame)! Le diré: ‘No puedo ayudarte
ante Dios, pues yo hice llegar el Mensaje’. Tam-
poco quiero que llegue cargando un camello gru-
ñendo sobre sus hombros. Me dirá: ¡Muhammad!
(Ayúdame) Yo le diré: ‘No puedo ayudarte ante
Dios pues yo te hice llegar el Mensaje’»:
707.
Abû Huraira también relató: El Mensaje-
ro de Dios (B y P) dijo: «A quien Dios le dio for-
tuna y no pagó el zakat sobre ella, se le presenta-
rá su fortuna el Día de la Resurrección en forma
de una serpiente macho venenosa, con dos motas
negras en la cara. La serpiente se le enroscará al
cuello y le morderá los cachetes, diciéndole: ‘Yo
soy tu fortuna, soy tu tesoro’». Luego recitó: «
Que
no crean quienes se muestran avaros del favor
recibido de Dios que eso es bueno para ellos. Al
contrario, es malo. El día de la Resurrección lle-
varán a modo de collar el objeto de su avaricia.
La herencia de los cielos y de la tierra pertenece
a Dios. Dios está bien informado de los que ha-
céis
» (3:180).
III
Un bien por el que se pagó el
zakat no es un al-kanz (tesoro)
708.
Abû Sa‘îd Al-Judrî dijo: El Mensajero de
Dios (B y P) dijo: «El zakat no se impone sobre
menos de cinco uqiyya de plata (aprox. dos li-
bras y media), ni sobre menos de cinco camellos
ni sobre menos de cinco wasq (medida para los
productos agrícolas, equivale aproximadamente a
900 Kg.)».
IV
La limosna debe ser de dinero
bien ganado
709.
Abû Huraira dijo: ‘El Mensajero de Dios
(B y P) dijo: «Si alguien da una limosna equiva-
lente a una semilla de dátil de dinero bien ganado
–pues Dios sólo acepta lo bueno–, Dios la toma
con Su diestra y la cría como quien cría un po-
llito, hasta que es tan grande como una montaña
(su recompensa)»’.
V
Dar limosna antes que sea re-
chazada
710.
Hâriza bin Wahb dijo: ‘Oí al Mensajero
de Dios (B y P) decir: «Practicad la caridad, pues
os llegará un tiempo en que el hombre andará con
su caridad y nadie se la aceptará; le dirán: ¡Si hu-