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Oficina de Cultura y Difusión Islámica • Argentina
Sahîh Al-Bujârî
741). En esta versión dice: ‘Fui hacia el Profeta
(B y P) y encontré a una mujer ansârí en la puer-
ta; tenía la misma necesidad que yo. Bilâl pasó
por allí y le pedimos que entre y pregunte si po-
díamos gastar del zakat en nuestros esposos y los
huérfanos bajo nuestro cuidado. Bilâl preguntó
al Profeta (B y P) y luego dijo: ‘Sí; y tendrá dos
recompensas: Una por ayudar a sus familiares y
otra por dar caridad’.’
745.
Umm Salama relató: ‘Dije: ‘¡Mensajero
de Dios! ¿Recibiré alguna recompensa por lo que
gaste en dar sustento a los hijos de Abû Salama
(su esposo, en su primer matrimonio)? Pues ellos
son también como míos’. El Profeta (B y P) res-
pondió: «Gasta en ellos. Pues tendrás una recom-
pensa por lo que gastes en ellos»’.
XXXIII
Las palabras de Dios:
(el zakat
se debe gastar en) ... Los cauti-
vos, los insolventes y en la cau-
sa de Dios...
746.
Abû Huraira dijo: ‘El Mensajero de Dios
(B y P) ordenó recoger el zakat y se le informó
que Ibn Ÿamîl, Jâlid Ibn Al-Walîd y Al-‘Abbâs
bin ‘Abdul Muttalib se negaron a darlo. El Profeta
(B y P) dijo: «¿Qué hizo abstenerse a Ibn Ÿamîl si
era pobre y Dios y Su Mensajero lo hicieron pu-
diente? Pero a Jâlid; con él si estáis siendo injustos
al pedirle el zakat, pues él ha puesto su armadura
y armas al servicio de la causa de Dios. En cam-
bio Al-‘Abbâs Ibn Al-Muttalib, pues es el tío pa-
terno del Mensajero de Dios (B y P) y debe pagar
el zakat y una cantidad igual además»’.
XXXIV
Abstenerse de mendigar
747.
Abû Sa‘îd Al-Judrî relató que un grupo
de gente de los ansâr pidió algo al Mensajero de
Dios (B y P) y él les dio. Luego le pidieron más y
él les dio; luego le pidieron más y él les dio hasta
que se terminó lo que tenía. Luego dijo: «Si tuvie-
ra algún bien no os lo ocultaría. Dios da conten-
to a quien se abstiene de mendigar. A quien trata
de ser autosuficiente Dios lo hace autosuficiente.
Y a quien persevera Dios le da paciencia. Nadie
recibe una bendición mejor y más amplia que la
paciencia ».
(1) La palabra árabe usada aquí es sabr, que también
significa perseverancia y constancia.
748.
Abû Huraira relató que el Mensajero de
Dios (B y P) dijo: «¡Por Aquel que tiene mi alma
en Su mano! Tomar una cuerda y salir a recoger
leña sobre su espalda (para venderla) es mejor
para uno que ir y mendigar a alguien, sin impor-
tar si le da o no».
749.
Al-Zubayr bin Al-‘Awwâm  relató que el
Mensajero de Dios (B y P) dijo: «Conseguir una
cuerda para cargar leña sobre su espalda y ven-
derla, para que Dios salve su rostro del Infierno,
es mejor para uno que pedir a la gente, sin impor-
tar si le dan o no».
750.
‘Urwa bin Al-Zubayr y Sa‘îd bin Al-
Mûsâyyab relataron: Hakîm bin Hizâm dijo:
‘Cierta vez pedí algo al Mensajero de Dios (B y P)
y me dio. Le pedí nuevamente y me dio. Le pedí
nuevamente y me dio. Luego me dijo: «¡Hakîm!
Estos bienes son como una fruta dulce. Quien la
toma sin avaricia es bendecido por ella; y quien la
toma con avaricia no es bendecido por ella y será
como el que come y no se satisface. La mano de
arriba (que da) es mejor que la de abajo (que re-
cibe)»’. Hakîm añadió: ‘¡Mensajero de Dios! ¡Por
el que te mandó con la verdad! Nunca más pedi-
ré nada a nadie después de ti ¡Hasta que muera!’.
Así pues, cuando Abû Bakr llamaba a Hakîm para
que reciba su parte del botín de guerra, él se ne-
gaba. Luego ‘Umar lo llamó para recibir su parte
del botín de guerra y él se negó a recibirlo. ‘Umar
dijo: ‘¡Musulmanes! Sed testigos de que yo quise
dar a Hakîm su parte del botín y él se negó a reci-
birla’. Así pues, Hakîm nunca recibió algo de na-
die después del Profeta (B y P), hasta que murió.
XXXV
A quien Dios le da sin que pida
ni que sea avaro
751.
‘Umar bin Al-Jattâb relató: ‘El Mensajero
de Dios (B y P) solía ofrecerme dotaciones y yo le
decía: ‘¿Porqué no se lo das a alguien más pobre o
necesitado?’ El me dijo: «Tómalo, si te llega algo
de estos bienes sin que lo ambiciones avaramente
ni lo pidas, tómalo. Y si no se te da, no lo procu-
res»’.
(2)
Al-Zubayr bin Al-‘Awwâm
, qurayshí y uno de
los discípulos más apegados al Profeta (B y P). Murió el
año 36H. en la batalla de Al-Ÿamal. Se cita que dijo: “To-
dos los órganos de mi cuerpo han sufrido alguna herida
en compañía del Profeta (B y P)”. Su tumba está cerca de
Basra.