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Oficina de Cultura y Difusión Islámica • Argentina
Sahîh Al-Bujârî
V
•
Dar de comer medio sâ’ en casos
de
fidia
883.
En otra versión, Ka‘b bin ‘Uÿra añade: ‘La
aleya fue revelada por mí, pero es general para to-
dos vosotros (los musulmanes)’.
•
29. El Libro de las Penalidades por
Cazar (durante el ihrâm)
I
•
Si se caza algo legalmente y se
da como regalo al muhrim este
lo puede comer
884.
Abû Qatâda dijo: ‘Partimos con el Profe-
ta (B y P) el año de Al-Hudaibîa; sus sahabas asu-
mieron el ihrâm y yo no. Se nos informó que al-
gunos enemigos se encontraban en Gayqa, así que
nos dirigimos hacia ellos. Mi gente vio un asno
salvaje y empezaron a reírse entre ellos; yo miré y
lo vi; lo perseguí con mi caballo, le clavé mi lanza
y lo cacé. Pedí a mis compañeros que me ayuden
pero se negaron, sin embargo comimos todos del
asno. Luego intenté alcanzar al Mensajero de Dios
(B y P), pues temimos que (el enemigo) nos deje
aislados (del Profeta (B y P) y el grupo principal);
a veces forzaba a mi caballo y otras veces iba a
paso regular. En el camino, a medianoche, encon-
tré a un hombre de Banu Ghifár; le pregunté dón-
de había dejado al Mensajero de Dios (B y P). El
hombre me dijo: ‘Lo dejé en Ta‘hin y él iba a pa-
sar la siesta en Al-Suqya’. Así que los seguí has-
ta que me uní al Mensajero de Dios (B y P) y le
dije: ‘¡Mensajero de Dios! Tus sahabas te envían
su saludo de paz y la misericordia de Dios. Ellos
temen que el enemigo se interponga entre tu gru-
po y ellos, dejándolos aislados, así que espéralos’.
(1)
Fidya
(ar. rescate). Es la ofrenda que se hace para
expiar el haber cometido una falta mayor contra el ihrâm
durante la ‘umra o el haÿÿ, ya mencionamos en qué con-
siste, en hadiz 882.
(2)
Muhrim
(ar. quien prohibe, se prohibe a sí mis-
mo). Es la persona que está en estado de ihrâm y tiene
varias cosas prohibidas de hacer, entre ellas cazar.
Y así lo hizo. Yo dije: ‘¡Mensajero de Dios! Caza-
mos un asno salvaje y aún nos sobra de su carne’.
El Mensajero de Dios (B y P) dijo a sus sahabas:
«Comed» y todos estaban en estado de ihrâm’.
II
•
El muhrim no puede ayudar a
alguien fuera del ihrâm a ca-
zar
885.
Abû Qatâda dice, en otra versión: ‘Esta-
bamos con el Profeta (B y P) en Al-Qâha, a tres
etapas de distancia de Medina. Algunos estaban
con ihrâm y otros no’. Luego menciona el resto
del hadiz.
III
•
El muhrim no debe señalar la
presa para que alguien fuera
del ihrâm la cace
886.
Abû Qatâda dice en otra versión: Que
cuando llegaron ante el Mensajero de Dios (B y P)
él les preguntó: «¿Alguno de vosotros ordenó a
Abû Qatâda que se lance sobre la presa o se la se-
ñaló para que la cace?» Dijeron: ‘No’. Dijo. «En-
tonces comed de lo que resta de la carne».
IV
•
Si alguien ofrece regalar un
asno salvaje a un muhrim él no
debe aceptar
887.
‘Abdullah bin ‘Abbâs relató que Al-Sâ‘b
bin Ÿazzâma Al-Layzi dijo que regaló al Mensaje-
ro de Dios (B y P) un asno salvaje mientras estaba
en Al-Abwâ’ o en Waddân y el Mensajero de Dios
(B y P) lo rechazó; cuando vio el malestar en su
cara, le dijo: «En verdad que no te lo rechazamos
sino porque estamos en ihrâm».
V
•
Lo que el muhrim puede matar
en el haram (el santuario de
Makka)
888.
‘Âisha relató que el Mensajero de Dios
(B y P) dijo: «Cinco de los animales son dañinos
y se pueden matar en el haram: El cuervo, el gavi-
lán, el escorpión, la rata y el perro rabioso».