Page 136 - Sahih Al-Bujari

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Oficina de Cultura y Difusión Islámica • Argentina
Sahîh Al-Bujârî
V
Dar de comer medio sâ’ en casos
de
fidia
883.
En otra versión, Ka‘b bin ‘Uÿra añade: ‘La
aleya fue revelada por mí, pero es general para to-
dos vosotros (los musulmanes)’.
29. El Libro de las Penalidades por
Cazar (durante el ihrâm)
I
Si se caza algo legalmente y se
da como regalo al muhrim  este
lo puede comer
884.
Abû Qatâda dijo: ‘Partimos con el Profe-
ta (B y P) el año de Al-Hudaibîa; sus sahabas asu-
mieron el ihrâm y yo no. Se nos informó que al-
gunos enemigos se encontraban en Gayqa, así que
nos dirigimos hacia ellos. Mi gente vio un asno
salvaje y empezaron a reírse entre ellos; yo miré y
lo vi; lo perseguí con mi caballo, le clavé mi lanza
y lo cacé. Pedí a mis compañeros que me ayuden
pero se negaron, sin embargo comimos todos del
asno. Luego intenté alcanzar al Mensajero de Dios
(B y P), pues temimos que (el enemigo) nos deje
aislados (del Profeta (B y P) y el grupo principal);
a veces forzaba a mi caballo y otras veces iba a
paso regular. En el camino, a medianoche, encon-
tré a un hombre de Banu Ghifár; le pregunté dón-
de había dejado al Mensajero de Dios (B y P). El
hombre me dijo: ‘Lo dejé en Ta‘hin y él iba a pa-
sar la siesta en Al-Suqya’. Así que los seguí has-
ta que me uní al Mensajero de Dios (B y P) y le
dije: ‘¡Mensajero de Dios! Tus sahabas te envían
su saludo de paz y la misericordia de Dios. Ellos
temen que el enemigo se interponga entre tu gru-
po y ellos, dejándolos aislados, así que espéralos’.
(1)
Fidya
(ar. rescate). Es la ofrenda que se hace para
expiar el haber cometido una falta mayor contra el ihrâm
durante la ‘umra o el haÿÿ, ya mencionamos en qué con-
siste, en hadiz 882.
(2)
Muhrim
(ar. quien prohibe, se prohibe a sí mis-
mo). Es la persona que está en estado de ihrâm y tiene
varias cosas prohibidas de hacer, entre ellas cazar.
Y así lo hizo. Yo dije: ‘¡Mensajero de Dios! Caza-
mos un asno salvaje y aún nos sobra de su carne’.
El Mensajero de Dios (B y P) dijo a sus sahabas:
«Comed» y todos estaban en estado de ihrâm’.
II
El muhrim no puede ayudar a
alguien fuera del ihrâm a ca-
zar
885.
Abû Qatâda dice, en otra versión: ‘Esta-
bamos con el Profeta (B y P) en Al-Qâha, a tres
etapas de distancia de Medina. Algunos estaban
con ihrâm y otros no’. Luego menciona el resto
del hadiz.
III
El muhrim no debe señalar la
presa para que alguien fuera
del ihrâm la cace
886.
Abû Qatâda dice en otra versión: Que
cuando llegaron ante el Mensajero de Dios (B y P)
él les preguntó: «¿Alguno de vosotros ordenó a
Abû Qatâda que se lance sobre la presa o se la se-
ñaló para que la cace?» Dijeron: ‘No’. Dijo. «En-
tonces comed de lo que resta de la carne».
IV
Si alguien ofrece regalar un
asno salvaje a un muhrim él no
debe aceptar
887.
‘Abdullah bin ‘Abbâs relató que Al-Sâ‘b
bin Ÿazzâma Al-Layzi dijo que regaló al Mensaje-
ro de Dios (B y P) un asno salvaje mientras estaba
en Al-Abwâ’ o en Waddân y el Mensajero de Dios
(B y P) lo rechazó; cuando vio el malestar en su
cara, le dijo: «En verdad que no te lo rechazamos
sino porque estamos en ihrâm».
V
Lo que el muhrim puede matar
en el haram (el santuario de
Makka)
888.
‘Âisha relató que el Mensajero de Dios
(B y P) dijo: «Cinco de los animales son dañinos
y se pueden matar en el haram: El cuervo, el gavi-
lán, el escorpión, la rata y el perro rabioso».