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Oficina de Cultura y Difusión Islámica • Argentina
Sahîh Al-Bujârî
dijo: ‘Tu hermano Abû Al-Dardâ’ no tiene interés
alguno en (los lujos de) este mundo’. Cuando Abû
Al-Dardâ’ llegó preparó una comida para Salmân.
Salmân le dijo: ‘Come’. Abû Al-Dardá’ respondió:
‘Estoy ayunando’. Salmân juro: ‘¡No comeré has-
ta que tú comas!’ Y Abû Al-Dardá’ comió. Lue-
go, llegó la noche y Abû Al-Dardâ’ quiso rezar (al
tahaÿÿud). Salmân le dijo: ‘Duerme’ y durmió.
Después quiso levantarse a rezar y Salmân le re-
pitió: ‘Duerme’ y durmió. Al final de la noche Sal-
mân le dijo: ‘Levántate ahora’ y rezaron ambos.
Después Salmân le dijo: ‘Tu Señor tiene derecho
sobre ti, tu cuerpo tiene derecho sobre ti y tu fa-
milia tiene derecho sobre ti. Dales a todos los que
tienen derechos sus derechos’. Abû Al-Dardâ’ fue
ante el Profeta (B y P) y le relató lo sucedido. El
Profeta (B y P) dijo: «Salmân dijo la verdad»’.
XXXIV
El ayuno de Sha‘bân
958.
‘Âisha dijo: ‘El Mensajero de Dios (B y P)
ayunaba hasta que decíamos que no dejaría de ha-
cerlo; luego dejaba de ayunar hasta que decíamos
que no iba a ayunar más. Y nunca vi al Mensajero
de Dios (B y P) ayunar un mes completo excepto
el mes de Ramadán. Y nunca lo vi ayunar más que
en el mes de Sha‘bân’.
959.
‘Âisha agrega en otra versión: ‘Y decía:
«Realizad las obras que podéis, pues Dios no se
aburre (de recompensaros) hasta que vosotros os
aburrís» y la mejor oración para el Profeta (B y P)
era la que se realizaba continuamente, aunque
fuera poca. Cuando el Profeta (B y P) rezaba una
oración lo hacía regularmente’.
XXXV
Lo que se menciona del ayuno
del Profeta (B y P) y su
desayuno
960.
Anas relató que fue preguntado sobre
el ayuno del Profeta (B y P) y respondió: ‘Cuan-
do yo deseaba ver al Profeta (B y P) ayunando en
cualquier mes, podía ver tal cosa; y cuando de-
seaba ver al Profeta (B y P) sin ayunar, podía ver
tal cosa. Cuando deseaba verlo rezando por las
noches, podía ver tal cosa; y cuando quería verlo
durmiendo (sin rezar por las noches) podía. Nun-
ca toqué seda o gamuza más suave que la palma
de la mano del Mensajero de Dios (B y P). Y nun-
ca sentí almizcle o perfume más agradable que el
olor del Mensajero de Dios (B y P)’.
961.
El hadiz de ‘Abdullah bin ‘Amrû bin Al-
‘Ás ya fue mencionado (ver hadices 962 y 963).
XXXVI
El derecho del cuerpo en el
ayuno
962.
En esta versión dice: ‘Cuando se hizo an-
ciano ‘Abdullah bin ‘Amrû bin Al-‘Ás decía: ‘Oja-
lá hubiese aceptado la permisión del Profeta’
(B y P).
XXXVII
El derecho de la familia en el
ayuno
963.
En otra versión de él dice: ‘Cuando men-
cionaba el ayuno de Dawûd (el rey David)(P) de-
cía: «...Y no huía al encontrarse con el enemigo..».
Dijo: ‘¿Cómo puedo lograr eso Profeta de Dios?’
y el Profeta (B y P) dijo: «Quien ayuna todos los
días es como quien no ayuna» (lo repitió) dos ve-
ces’.
XXXVIII
Quien visita a alguien y no sus-
pende su ayuno (opcional) con
ellos
964.
Anas dijo: ‘El Profeta (B y P) fue a visitar
a Umm Sulaym y ella le trajo dátiles y mantequi-
lla. El le dijo: «Devuelve tu mantequilla y tus dáti-
les a sus recipientes, pues estoy ayunando». Luego
se paró en un rincón de la casa y rezó una oración
opcional y luego pidió por Umm Sulaym y por la
gente de su casa. Umm Sulaym dijo: ‘¡Mensaje-
ro de Dios! Tengo un pedido especial’. «¿Qué es?»
le dijo el Profeta (B y P). Ella dijo: ‘Tu sirvien-
te Anas’. Y el Profeta (B y P) no dejó bien algu-
no de esta vida y de la otra sin invocarlo para mí,
dijo: «¡Oh Dios! Concédele fortuna, descenden-
cia y bendícelo». Y heme aquí que soy uno de los
ansâríes más ricos; y me relató mi hija Umayna
que, cuando Al-Haÿÿâÿ llegó a Basora enterraron
a más de ciento veinte de mi descendencia’.
XXXIX
El ayuno al final del mes
965.
‘Imrân bin Husayn relató que el Profeta
(B y P) preguntó a un hombre: «¡Abû Fulân! ¿Has