Page 157 - Sahih Al-Bujari

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Oficina de Cultura y Difusión Islámica • Argentina
Sahîh Al-Bujârî
mató’. Así que el hombre recuperó sus fuerzas y
trató de tomarla nuevamente. Entonces, ella hizo
ablución nuevamente y rezó; dijo: ‘¡Oh Dios! Si
realmente he creído en Ti y en Tu mensajero y
he conservado mi sexo sólo para mi esposo, pues
no dejes que este incrédulo me posea’. En eso, el
rey cayó víctima de un ataque, perdiendo la cons-
ciencia y pataleando en el suelo»’.
Abû Huraira agregó: ‘Ella dijo: ¡Oh Dios! Si él
muere dirán: ‘Ella lo mató’. Así que el hombre re-
cuperó sus fuerzas. A la segunda o la tercera vez
el rey dijo: ‘¡Por Dios! ¡No me enviasteis sino un
demonio! ¡Devolvedla a Ibrâhîm y dadle a Aÿar
(Hagar)!’ Así que Sâra volvió con Ibrâhîm (B y P)
y dijo: ‘Dios humilló al incrédulo y nos dio una
muchacha que nos sirva’ (e Ibrâhîm aceptó el pre-
sente del rey).
LIII
Matar cerdos
1044.
Abû Huraira dijo: ‘El Mensajero de Dios
(B y P) dijo: «¡Por Aquél que tiene mi alma en Sus
manos! Ya se acerca el tiempo en que (Jesús) el
hijo de María descienda a vosotros como un go-
bernante justo. Romperá las cruces, matará a los
cerdos y abolirá la ÿizia . El dinero será tan abun-
dante que nadie aceptará limosnas»’.
LIV
La venta de imágenes de objetos
sin vida y lo que es detestable
de ello
1045.
‘Abdullah bin ‘Abbâs relató que un hom-
bre vino a él y le dijo: ‘¡Ibn ‘Abbâs! Yo soy un ser
humano. Mi sustento depende del trabajo de mis
manos. Y yo hago estas imágenes’. ‘Abdullah bin
‘Abbâs dijo: ‘No te relato sino lo que oí del Men-
sajero de Dios (B y P); él dijo: «Quien hace estas
imágenes será castigado por Dios hasta que les dé
vida, algo que no podrá hacer nunca»’. El hombre
se asustó mucho y el rostro se le puso amarillen-
to. ‘Abdullah bin ‘Abbâs le dijo: ‘¡Ay de ti! Si insis-
(1) No se aceptará este tributo de los no musulmanes
residentes en territorio islámico porque en esa época, a
diferencia de hoy, el Islam será la religión obligatoria para
los residentes en el estado islámico. Los no musulmanes
deberán islamizarse o marcharse.
tes en hacer imágenes te aconsejo que hagas cosas
como este árbol, objetos inanimados’.
LV
La falta de quien vende a un
hombre libre
1046.
Abû Huraira relató: ‘El Mensajero de
Dios (B y P) dijo: «Dios dice: ‘Estaré contra tres
personas el Día de la Resurrección:
1. Un hombre que da su palabra en mi nombre
y después traiciona su palabra,
2. Quien vende a un hombre libre y come de
su precio,
3. Quien emplea a un obrero y después de que
obtiene su trabajo completo no le paga su remu-
neración’»’.
LVI
La venta de carroña y (o)
estatuas
1047.
Ÿâbir bin ‘Abdullah relató haber oído al
Mensajero de Dios (B y P) decir el año de la con-
quista en Makka: «Dios y Su Mensajero han pro-
hibido el comercio de licores, carroña, cerdos y
estatuas (ídolos). La gente preguntó: ‘¡Mensajero
de Dios! ¿Qué de la grasa entre la carroña? La usa-
mos para impermeabilizar los barcos, los cueros y
para la iluminación de la gente’. Él dijo: «No, eso
también es ilícito» y agregó: «Que Dios maldiga
a los judíos; cuando Dios les prohibió la grasa de
los animales, la derretían y comerciaban con ella,
alimentándose de las ganancias».
LVII
La venta de perros
1048.
Abû Mas‘ûd Al-Ansâri relató que el
Mensajero de Dios (B y P) prohibió las ganancias
de vender perros, las de la prostitución y de la adi-
vinación.