Page 172 - Sahih Al-Bujari

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Oficina de Cultura y Difusión Islámica • Argentina
Sahîh Al-Bujârî
estaba al final del grupo, así que la gente del prin-
cipio empezó a degollar los animales y pusieron
a cocer la carne. El Profeta (B y P) ordenó que se
vuelquen las marmitas  con carne y que se distri-
buya; hizo valer un camello por diez ovejas. Uno
de los camellos escapó. La gente lo persiguió has-
ta que los dejó exhaustos, pues había pocos caba-
llos en ese momento. Un hombre lanzó una flecha
al camello y Dios lo detuvo con ella. El Profeta
(B y P) dijo: «Algunos de estos animales se com-
portan como los animales salvajes; cuando se des-
bocan como ése, haced como hizo (el hombre que
lo flechó)»’. Râfi‘ dijo: ‘Temí que el enemigo nos
encuentre sin cuchillos y (pregunté): ‘¿Podemos
sacrificar con cañas?’ El Profeta (B y P) dijo: «Co-
med de aquel animal cuya sangre hicisteis correr
y mencionaste el nombre de Dios sobre él. Pero
no con dientes o garras; os hablaré sobre ello: El
diente es como un hueso (y no hace un buen cor-
te); en cambio las garras son costumbre de los
etíopes (y no conviene imitarlos por su incredu-
lidad)»’.
III
Se debe tasar la propiedad
común de los socios en un
precio justo
1134.
Abû Huraira relató que el Profeta (B y P)
dijo: «Quien libera su parte de un esclavo que po-
see en sociedad con alguien más, debe lograr la
libertad total del mismo pagando el resto de su
precio a su socio. Si no tiene dinero suficiente,
el precio restante del esclavo se debe calcular de
forma justa y se debe permitir al esclavo trabajar
para ganarse su libertad pagando el saldo de su
precio, sin explotarlo».
IV
¿Se puede hacer sorteos para di-
vidir las partes y las acciones?
1135.
Al-Nu‘mân bin Bashîr relató que el Pro-
feta (B y P) dijo: «El caso de quien respeta los pre-
ceptos y prohibiciones de Dios y el que los viola es
como el caso de unas gentes que se sortearon las
partes de un barco. A unos les tocó la parte alta y
a otros la parte baja. Los de la parte baja debían
(1) El Profeta (B y P) no aprobó que se mate a los ani-
males antes de distribuirlos entre los soldados.
subir e incomodar a los de la parte alta cada vez
que deseaban agua; así es que dijeron: ‘Si hacemos
un orificio aquí abajo no incomodaremos a los de
arriba’. Si los de arriba los dejan hacer eso todos
perecerían y si los detienen todos se salvarían».
V
Sociedad en los alimentos y en
otras cosas
1136.
‘Abdullah bin Hishâm relató que su ma-
dre, Zaynab bint Humayd, lo llevó ante el Profe-
ta (B y P) y dijo: ‘¡Mensajero de Dios! Tómale su
juramento de fidelidad (bay‘a)’. El Profeta (B y P)
dijo: «Es pequeño aún» y le acarició la cabeza y
oró por él. ‘Abdullah bin Hishâm solía ir al mer-
cado a comprar comida e Ibn ‘Umar y Al-Zubayr
lo encontraban y le decían: ‘Sé nuestro socio, pues
el Profeta (B y P) oró para que Dios te bendiga’ y
él entraba en sociedad con ellos. Y muchas veces
ganaba una carga (de camello) entera y la enviaba
a su casa.
47. El Libro de Empeños e Hipotecas
(al-rahn) en las Poblaciones
I
Hipotecar un animal de montar
o de ordeñar
1137.
Abû Huraira dijo: ‘El Mensajero de Dios
(B y P) dijo: «El animal empeñado se puede mon-
tar si se lo mantiene. La leche del animal empe-
ñado que se ordeña se puede beber si se lo man-
tiene. Quien lo monta o lo ordeña debe pagar su
manutención»’.
II
Si el que empeña y el que prestó
disputan
1138.
‘Abdullah bin ‘Abbâs relató que el Profe-
ta (B y P) dictaminó que el juramento (en caso de
inocencia) se toma del acusado.