Page 174 - Sahih Al-Bujari

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Oficina de Cultura y Difusión Islámica • Argentina
Sahîh Al-Bujârî
VII
Es detestable ser soberbio con
los esclavos
1147.
Abû Huraira también relató que el Pro-
feta (B y P) dijo: «No digáis: ‘alimenta a tu dueño’,
‘lava a tu dueño’, ‘da de beber a tu dueño’ que di-
gan: ‘Mi custodio’ o ‘mi señor’. Tampoco digáis:
‘Mi esclavo y mi esclava’; decid: ‘Mi chico y mi
chica’ o ‘mi muchacho’».
VIII
Si vuestro sirviente os trae
vuestro alimento
1148.
Abû Huraira también relató que el Pro-
feta (B y P) dijo: «Si vuestro sirviente os trae vues-
tra comida, si no lo sentáis con vosotros, alcanza-
dle un bocado o dos, o una comida o dos, pues él
la preparó».
IX
Si alguien golpea a un esclavo
que evite hacerlo en la cara
1149.
Abû Huraira también relató que el Pro-
feta (B y P) dijo: «Si alguien pelea (o golpea) que
evite la cara».
X
Las condiciones lícitas para un
acuerdo de manumisión
1150.
‘Âisha relató que Barîra vino a ella para
que la ayude en su contrato de manumisión y
aún no había pagado nada de lo acordado. ‘Âisha
le dijo: ‘Vuelve a tus amos y diles que si quieren
que pague yo lo estipulado en el contrato y que
tu walâ’  sea para mí, así lo haré’. Ella fue y men-
cionó eso a sus amos pero éstos se rehusaron y di-
jeron: ‘Si ella quiere ganar la recompensa de Dios
por ti que lo haga, pero el walâ’ será para noso-
tros’. ‘Âisha mencionó lo sucedido al Mensajero de
Dios (B y P) quien dijo: «Compra y libera, pues el
walâ’ es para quien libera». Luego el Mensajero de
(1)
Walâ’
(del árabe, significa: intimidad, fidelidad,
amistad). Se refiere a la relación fraterna que se da entre el
esclavo manumitido y el amo que lo liberó. Esta relación
llega incluso a implicar que uno herede del otro, como si
fuesen consanguíneos.
Dios (B y P) se levantó y dijo: «¿Qué pasa con la
gente que pone condiciones no mencionadas en
el Libro de Dios? Quien impone una condición
que no está en el Libro de Dios no le será válida,
aunque la ponga cien veces. Las condiciones de
Dios son más verdaderas y sólidas».
49. El Libro de los Obsequios y su
Virtud, y la Exhortación a Obsequiar
(I)
(La virtud de dar obsequios)
1151.
Abû Huraira dijo: ‘El Profeta (B y P)
dijo: «¡Mujeres musulmanas! Ninguna de voso-
tras debe despreciar los obsequios de su vecina,
aunque sean las patas del cordero»’.
1152.
‘Urwa relató: ‘ ‘Âisha me dijo: ‘¡Sobrino!
Solíamos ver pasar una luna nueva, otra luna nue-
va y así; pasaban tres lunas nuevas en dos meses
sin que se encienda el fuego (para cocinar) en las
casas del Mensajero de Dios (B y P)’. Yo dije: ‘¡Tía!
¿Y qué os mantenía?’ Dijo: ‘Los aswadan (los dos
negros): El agua y los dátiles. Excepto que algunas
veces los vecinos ansâríes del Mensajero de Dios
(B y P) le obsequiaban la leche de sus mana‘ih  y
él nos daba a beber de ello».
1153.
Abû Huraira relató que el Profeta (B y P)
dijo: «Aún si se me convida con una pata de cor-
dero iría. Y si se me obsequia aunque sea con un
brazuelo o una pata de cordero lo aceptaría».
II
Aceptando el obsequio de una
cacería
1154.
Anas relató: ‘Acosamos a un conejo en
Marr Al-Dhahrân hasta que empezó a brincar y
la gente lo persiguió. Pronto se cansaron; pero
yo lo alcancé y lo capturé; luego se lo entregué a
Abû Talha y él lo degolló. Luego envió una parte
(2)
Manâ‘ih
(plural de
manîha
) (ar. concesión, ob-
sequio). Eran animales que se daban a la gente para que,
por un tiempo, los ordeñen y disfruten de su leche gra-
tuitamente.