Page 190 - Sahih Al-Bujari

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Oficina de Cultura y Difusión Islámica • Argentina
Sahîh Al-Bujârî
matando uno al otro, entran ambos en el Paraíso:
El primero lucha por la causa de Dios y es muerto
(por el otro); luego Dios perdona al que lo mató y
le hace morir como mártir».
1221.
Abû Huraira también dijo: ‘Yo me pre-
senté ante el Mensajero de Dios (B y P) cuando
estaba aún en Jaybar, después de conquistarla. Le
dije: ‘¡Mensajero de Dios (B y P)! Dame una par-
te (del botín)’. Uno de los hijos de Sa‘îd bin Al-
‘As dijo: ‘No le des nada Mensajero de Dios’. Abû
Huraira dijo: ‘¡Este es el que mató a Ibn Qawqal!’
El hijo de Sa‘îd bin Al-‘As dijo: ‘Es sorprenden-
te como un tejón que ha bajado a nosotros del
monte Qadûm (un pastizal de ovejas) me culpa
de matar a un musulmán, al cual Dios honró por
mi mano (al matarlo) y no permitió que yo caiga
en desgracia (al no morir como incrédulo) por la
de él’.
XIV
Quien prefiere el combate al
ayuno
1222.
Anas bin Mâlik dijo: ‘Abû Talha no solía
ayunar en la época del Profeta (B y P) por causa
del combate (en la causa de Dios). Cuando el Pro-
feta (B y P) falleció no dejaba de ayunar, excepto
en el día de ‘îd ul-Fitr o ‘îd ul-Adha’.
XV
Los siete mártires fuera de los
que mueren combatiendo 
1223.
Anas bin Mâlik también relató que el
Profeta (B y P) dijo: «La peste es martirio para
cada musulmán (que muere por ella)».
(1) Quien muere por: una plaga, una enfermedad ab-
dominal, ahogamiento o un derrumbe (durante una cam-
paña por la causa de Dios) y los que mueren por quema-
duras, neumonía y el parto.
XVI
Las palabras de Dios:
los cre-
yentes que se quedan en casa
sin estar impedidos no son igua-
les que los que combaten por la
causa de Dios con su hacienda
y sus personas. Los ha puesto a
los que combaten por su causa
con su hacienda y sus personas
un grado por encima de los que
se quedan en casa. A todos, sin
embargo, Dios ha prometido lo
mejor, pero Dios ha distinguido
a los combatientes por encima
de los que se quedan en casa con
una magnífica recompensa; con
el rango que junto a él ocupan,
con perdón y misericordia.
Dios es indulgente y misericor-
dioso
(4:95-96)
1224.
Zayd bin Zâbit dijo: ‘El Mensajero de
Dios (B y P) me estaba dictando:
Los creyentes
que se quedan en casa no son iguales que los que
combaten por la causa de Dios con su hacienda
y sus personas. Los ha puesto a los que combaten
por su causa con su hacienda y sus personas un
grado por encima de los que se quedan en casa.
a todos, sin embargo, Dios ha prometido lo me-
jor, pero Dios ha distinguido a los combatientes
por encima de los que se quedan en casa con una
magnífica recompensa; con el rango que jun-
to a él ocupan, con perdón y misericordia. Dios
es indulgente y misericordioso
(4:95). Ibn Umm
Maktûm llegó cuando me la estaba dictando y
dijo: ‘¡Mensajero de Dios (B y P)! Si yo pudiese
combatir combatiría’, él era un hombre ciego. En-
tonces Dios reveló algo a Su Profeta (B y P) mien-
tras su muslo estaba apoyado en el mío; sentí que
pesaba tanto que temí que se rompa mi pierna.
Cuando pasó ese estado Dios había revelado:
Sin
estar impedidos
’.
XVII
Exhortando a la gente al
combate
1225.
Anas bin Mâlik relató: ‘El Mensajero de
Dios (B y P) fue hasta el foso y vio a los muhâÿirûn