Page 195 - Sahih Al-Bujari

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Oficina de Cultura y Difusión Islámica • Argentina
Sahîh Al-Bujârî
XLI
Lo que se dice sobre combatir a
los bizantinos (al-rûm)
1260.
Umm Harâm relató que oyó al Mensa-
jero de Dios (B y P) decir: «El Paraíso está garan-
tizado para el primer ejército de mi nación que
emprenda una expedición naval». Umm Harâm
agregó: ‘Pregunté: ‘¿Estaré con ellos Mensajero
de Dios (B y P)?’ Y él dijo: «Si, estarás con ellos».
Luego dijo: «El primer ejército de mi nación que
ataque la ciudad del César (Qaysar) tendrá sus
pecados perdonados». Yo pregunté: ‘¿Estaré con
ellos Mensajero de Dios (B y P)?’ Dijo: «No»’.
XLII
Combatir a los judíos
1261.
‘Abdullah bin ‘Umar relató que el Men-
sajero de Dios (B y P) dijo: «Combatiréis a los ju-
díos hasta que uno de ellos se esconda detrás de
una piedra y ésta diga: ‘¡Siervo de Dios! Detrás
mío hay un judío, mátalo’». Y mencionó el resto
del hadiz.
XLIII
Combatir a los turcos
1262.
Abû Huraira relató que el Mensajero de
Dios (B y P) dijo: «No llegará la Hora hasta que
combatáis a los turcos: De ojos pequeños, de ca-
ras rojas y narices planas. Sus caras parecerán es-
cudos cubiertos de cuero. Y la Hora no llegará
hasta que combatáis a un pueblo cuyo calzado es
de pelos (cabellos)» .
(1) El cumplimiento de esta profecía sobrevino cuan-
do las tribus turcas y tártaras invadieron las tierras del
Islam, entre ellos mencionamos a los selÿuks, a los mon-
goles y a los otomanos. En poco tiempo, la mayoría de
estos turcos y tártaros (que vestían botas de pelo por el
frío reinante en sus tierras originales) se islamizaron y pa-
saron, de ser hordas salvajes y sedientas de sangre, a ser
impulsores de la civilización en Asia toda. Hoy en día, en-
contramos comunidades turcas en todo el Medio Oriente,
Persia, India y la ex Unión Soviética. En Latinoamérica
se da, erróneamente, el nombre de “turcos” a los árabes
que emigraron desde el imperio otomano a fines del siglo
XIX, portando pasaportes turcos, y a sus descendientes.
Esto se debe a que la dominación turca se extendió sobre
los países árabes desde el siglo XVI, en lo que vino a ser el
XLIV
Rogar a Dios que haga caer la
derrota sobre los idólatras y
los haga temer
1263.
‘Abdullah bin Abi ‘Awfa dijo: ‘El Men-
sajero de Dios (B y P) rogó a Dios contra los idó-
latras en la batalla de Al-Ahzâb; dijo: «¡Oh Dios!
Revelador del Libro y Rápido para tomar cuentas.
¡Oh Dios! ¡Derrota a los aliados! ¡Oh Dios! ¡De-
rrótalos y sacúdelos!»’
1264.
‘Âisha relató que los judíos entraron a
ver al Profeta (B y P) y le dijeron: ‘Al-sâm ‘alayk
(que te mate el veneno)’. Ella los maldijo y el Pro-
feta (B y P) le dijo: «¿Qué tienes?» ‘Âisha agregó:
‘Dije: ‘¿No oíste lo que dijeron?’ Y él dijo: «¿Y no
oíste tú lo que yo les respondí: ‘Para vosotros tam-
bién’?»’ 
XLV
Rogar que Dios guíe a los idó-
latras con el fin de atraerlos
hacia el Islam
1265.
Abû Huraira dijo: ‘Tufayl bin ‘Amrû
Al-Dawsî y su gente llegaron a Medina y fueron
ante el Profeta (B y P) para decirle: ‘¡Mensajero de
Dios! La tribu Daws fue desobediente y se ha ne-
gado a islamizarse. ¡Invoca a Dios contra ellos!’
Alguien dijo: ‘¡Que perezca Daws!’ El Profeta
(B y P) dijo: «¡Oh Dios! ¡Guía a Daws y hazlos ve-
nir al Islam!»’
XLVI
La invitación del Profeta (B y P)
hacia el Islam y a creer en su
profecía y a no tomarse unos a
otros como deidades en vez
de Dios
1266.
Sahl bin Sa‘d relató que oyó al Profeta
(B y P) decir (en la víspera de) el día de (la con-
quista de) Jaybar: «Daré el estandarte a un hom-
“Imperio Turco Otomano”, que dominó la región hasta la
primera guerra mundial.
(2) El saludo islámico:
Al-salâm ‘alayka
(La Paz sea
sobre ti) se parece mucho a la frase:
Al-sâm ‘alayka
(que
el veneno sea contra ti, que te mate el veneno) y los judíos
de Medina aprovechaban el parecido para usar la última
invocación contra el Profeta (B y P).