Page 197 - Sahih Al-Bujari

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Oficina de Cultura y Difusión Islámica • Argentina
Sahîh Al-Bujârî
juramos fidelidad comprometiéndonos a emigrar
(A Medina)’. El dijo: «La emigración y su gente
ya pasó». Yo le dije: ‘¿Sobre qué te juramos fideli-
dad?’ Dijo: «Sobre el Islam y el ÿihâd»’.
LII
El imâm ordena a la gente solo
lo que pueden hacer
1275.
Ibn Mas‘ûd dijo: ‘Hoy vino a mí un
hombre y me preguntó algo que no supe respon-
der. Me dijo: ‘Un hombre pudiente, activo y bien
equipado sale de campaña con nuestros emires y
nos ordena hacer cosas que no podemos: ¿Qué
opinas?’ Yo le dije: ¡Por Dios! No sé qué decirte,
excepto que el Profeta (B y P), cuando nos orde-
naba hacer algo, no nos ordenaba nada más hasta
que lo terminábamos. Seguiréis bien mientras te-
máis a Dios. Si alguien duda si algo es permitido
por Dios debe preguntar a un hombre que le pue-
da responder satisfactoriamente, pero ya vendrá
un tiempo en que no encontraréis a tal gente. ¡Por
aquel que es el único Dios! Cada vez que pienso
en lo que queda de esta vida mundanal, me ima-
gino un estanque de agua del cual se ha bebido
toda el agua pura y solo queda el fondo lodoso.’
LIII
Cuando el Profeta no empezaba
a combatir temprano en la ma-
ñana retrasaba el combate has-
ta que el sol empiece a declinar
1276.
‘Abdullah bin Abi ‘Awfa relató que el
Mensajero de Dios (B y P), en una de sus bata-
llas, esperó hasta que el sol empiece a declinar y
dijo a la gente: «¡Oh gentes! No deseéis enfrentar
al enemigo; pero pedid a Dios que os libre de las
desgracias. Si os enfrentáis al enemigo tened pa-
ciencia; y sabed que el Paraíso está a la sombra de
las espadas». Luego dijo: «¡Oh Dios! ¡Revelador
del Libro! ¡El que mueve las nubes! ¡El que derro-
tó a los aliados! ¡Derrótalos (a los incrédulos) y
danos la victoria!»
LIV
El asalariado
1277.
Ya‘la bin Umayya dijo: ‘Contraté a al-
guien que luego disputó con un hombre. El hom-
bre le mordió la mano y cuando él la quitaba le
arrancó un diente incisivo al otro. El hombre que
perdió el diente vino ante el Profeta (B y P) y de-
mandó al otro. El Profeta (B y P) le dijo: «¿Acaso
quieres que te dé su mano para que se la muerdas
como el camello macho muerde?»’
LV
Lo que se menciona sobre el es-
tandarte del Profeta (B y P)
1278.
(Nâfi’ bin Ÿubayr dijo que) ‘Abdullah
bin ‘Abbâs dijo a Al-Zubayr: ‘El Profeta (B y P) te
ordenó que claves el estandarte aquí’.
LVI
Las palabras del Profeta: «se me
dio la victoria por el terror a
un mes de distancia»
1279.
Abû Huraira relató que el Mensajero
de Dios (B y P) dijo: «Fui enviado con cortas fra-
ses de gran significado. Se me dio la victoria por
el terror (que afecta los corazones del enemigo).
Mientras yo dormía se me presentaron las llaves
de los tesoros del mundo y se me entregaron en
la mano». Abû Huraira agregó: ‘El Profeta (B y P)
ya se fue y vosotros sois quienes os beneficiáis de
tales riquezas’.
LVII
Llevando provisiones en las
campañas militares y las pala-
bras de Dios:
...aprovisionaos,
la mejor provisión es el temor a
Dios...
(2:197)
1280.
Asmâ’ relató: ‘Yo preparé las provisiones
del Mensajero de Dios (B y P) en la casa de Abû
Bakr, cuando quiso emigrar a Medina. No encon-
traba con qué anudar el recipiente de comida y el
odre de agua; así que dije a Abû Bakr: ‘¡Por Dios!
No encuentro con qué anudarlos excepto mi faja’.
Abû Bakr dijo: ‘Córtala, pues, en dos pedazos y
anuda con uno el odre de agua y con el otro la
comida’. Así lo hice’. Por eso fue llamada: Dhat al
nitâqayn, «la de las dos fajas».
LVIII
Compartiendo un asno
1281.
Relató (‘Urwa, de boca de Usâma bin
Zayd) que: El Mensajero de Dios (B y P) montó