Page 213 - Sahih Al-Bujari

Basic HTML Version

213
Oficina de Cultura y Difusión Islámica • Argentina
Sahîh Al-Bujârî
55. El Libro de las Historias de los
Profetas
I
La creación de Adam y su
descendencia
1399.
Abû Huraira relató que el Profeta (B y P)
dijo: «Dios creó a Adam con una altura de sesenta
codos y luego le dijo:
Vé y saluda a los ángeles y
escucha cómo te responden, pues ése será tu sa-
ludo y el saludo de tu descendencia
. Adam dijo:
‘La paz sea con ustedes (
Al-salâm ‘alaikum
)’. Los
ángeles dijeron: ‘La paz y la misericordia de Dios
sean contigo’. Así que ellos aumentaron (el saludo)
con las palabras: ‘Y la misericordia de Dios’. Toda
persona que entre en el Paraíso tendrá la aparien-
cia de Adam. La descendencia de Adam ha estado
disminuyendo en altura desde entonces».
1400.
Anas bin Mâlik dijo: ‘Cuando ‘Abdull-
ah bin Salâm supo de la llegada del Mensajero de
Dios (B y P) fue ante él y le dijo: ‘Te preguntaré
sobre estas tres cosas que nadie sabe excepto un
profeta:
–¿Cuál es la primera señal de la Hora (Del Jui-
cio Final)?
–¿Cuál será la primera comida que pruebe la
gente del Paraíso?
–¿Por qué se parece un niño a su padre y se pa-
rece a sus tíos maternos?’
El Mensajero de Dios (B y P) respondió:
«Ÿibrîl me lo informó anteriormente». ‘Abdullah
dijo: ‘Ese es el enemigo de los judíos entre los án-
geles’. El Profeta (B y P) dijo: «La primera señal
de la Hora es un fuego que empujará a la gente
del este hacia el oeste. La primera comida de la
gente del Paraíso será el lóbulo menor del hígado
de pescado. En cuanto al parecido del niño; pues
si el semen del hombre precede a la secreción va-
ginal de la mujer el bebé se parecerá a él; y si la
secreción de la mujer es anterior, pues se parece-
rá a ella». ‘Abdullah dijo: ‘Doy testimonio de que
eres Mensajero de Dios’. Luego dijo: ‘¡Mensajero
de Dios (B y P)! Los judíos son gente calumnia-
dora; si saben de mi conversión al Islam antes de
que les preguntes sobre mí me calumniarán de se-
guro’. Así que los judíos vinieron a ver al Profeta
(B y P) y ‘Abdullah entró en la casa (a esconder-
se). El Mensajero de Dios (B y P) dijo: «¿Quién
de vosotros es ‘Abdullah bin Salâm?» Los judíos
dijeron: ‘Es el más sabio de nosotros, hijo del más
sabio de nosotros. Es el mejor de nosotros, hijo
del mejor entre nosotros’. El Mensajero de Dios
(B y P) dijo: «¿Qué opináis si se islamiza?» Dije-
ron: ‘¡Que Dios lo proteja de ello!’ Entonces sa-
lió ‘Abdullah a ellos y dijo: ‘¡Atestiguo que no hay
Dios sino Dios y que Muhammad es Mensajero
de Dios!’ Ellos dijeron: ‘Es el peor de nosotros e
hijo del peor de nosotros’ y así siguieron calum-
niándolo’.
1401.
Anas bin Mâlik también relató que el
Profeta (B y P) dijo: «Si no fuese por los israelitas
la carne no se pudriría y si no fuese por Hawwâ’
(Eva) las mujeres no engañarían a sus esposos» .
1402.
Anas bin Mâlik atribuyó al Profeta
(B y P) las siguientes palabras: «Dios dice al habi-
tante del Fuego que tiene el menor castigo:
Si po-
seyeras todas las cosas que hay en la tierra ¿Las
ofrecerías como rescate por ti?
Dice: ‘Sí’. Dios
dice:
Cuando estabas en la columna de Adam te
pedí menos que eso: Que me adores sólo a mí sin
asociar nada conmigo; pero tú no quisiste sino
ser un asociador
».
1403.
‘Abdullah dijo: ‘El Mensajero de Dios
(B y P) dijo: «Cuando alguien es asesinado injus-
tamente, parte de la culpa recae sobre el hijo ma-
yor de Adam (Caín), pues él fue el primero en ini-
ciar la tradición del asesinato»’.
II
Las palabras de Dios:
te pregun-
tarán por Dhul Qarnayn. Di: voy
a contaros una historia sobre
él. Le habíamos dado poderío en
el país y le habíamos facilitado
todo
(18:83-84)
1404.
Zaynab ibnat Ÿahsh relató que el Profe-
ta (B y P) entró donde ella estaba en un estado de
temor y dijo: «No hay más Dios sino Dios... ¡Ay
de los árabes por un mal que se acerca! Hoy se
ha hecho una apertura de este tamaño en el muro
que cierra a Ya‘ÿûÿ y a Ma‘ÿûÿ (Gog y Magog)»
he hizo un círculo con su pulgar y su índice. Za-
ynab dijo: ‘Dije: ‘¡Mensajero de Dios (B y P)! ¿Se
nos destruirá siendo que entre nosotros hay gente
(1) Los israelitas almacenaban la carne que Dios les
proveía a pesar de que Dios se los prohibió; entonces,
Dios hizo que la carne se pudra. Eva tentó a su esposo a
comer del árbol prohibido y así lo engañó.