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Oficina de Cultura y Difusión Islámica • Argentina
Sahîh Al-Bujârî
iguales, y que Muhammad es Mensajero de Dios,
practicar la oración (
salat
), dar el zakat, ayunar
en Ramadán y dar de los botines el jumus». Y les
prohibió cuatro cosas:
Al-Hautam
,
Al-Dubbâ
,
Al-
Naqîr
y
Al-Muzaffat
(que son recipientes donde
solían preparar sus bebidas alcohólicas; el Profeta
(B y P) les mencionaba el recipiente y se refería al
embriagante en sí), y tal vez dijo: «
Al-Muqayyar
»
y les dijo: «Aprended esto e informadlo a vuestra
gente»’.
XXXVII
•
Lo que se dice de que las obras
son segun las intenciones
50.
‘Umar bin Al-Jattâb relató que el Mensa-
jero de Dios (B y P) dijo «Ciertamente, las obras
dependen de las intenciones; y cada hombre ten-
drá (su recompensa) según su intención: Así,
aquel cuya emigración fue por Dios y su Mensaje-
ro; y aquel cuya emigración fue por conseguir un
beneficio mundanal o tomar una mujer en ma-
trimonio, su emigración será para aquello por lo
que emigró».
51.
Abû Mas‘ûd relató que el Profeta (B y P)
dijo: «Quien gasta en su familia sinceramente con
la intención de obtener la recompensa de Dios,
entonces, Él se lo contará como una limosna (en
la recompensa)».
XXXVIII
•
Las palabras del Profeta: la re-
ligion es el consejo (
al-nasîha
)
52.
Ÿarîr bin ‘Abdullah dijo: ‘Yo juré fidelidad
(
bay‘a
) al Mensajero de Dios (B y P) sobre lo si-
guiente:
(1) Ansârí de nombre
‘Uqba bin ‘Amru bin Za‘laba
.
Presenció el juramento de Al-‘Aqaba y no presenció Badr.
Murió en Kûfa como Gobernador para el Califa ‘Alí bin
Abi Tâlib.
(2) Esto se interpreta de la siguiente manera: la reli-
gión es ser sincero y veraz con Dios (adorándolo y obede-
ciéndole), con su Mensajero, con los gobernantes musul-
manes y con los musulmanes todos a través del consejo
sincero.
(3) Su kunya es:
Abû Amr.
Entró al Islam cuarenta
días antes de la muerte del Profeta (B y P). Estuvo en Kûfa
y murió en Qarqsiad en el año 51H. Relató muchos ha-
dices.
• Practicar la oración correctamente y
• Dar el zakat.
53.
(Ÿarîr) También dijo: ‘Me presente ante el
Profeta (B y P) y le dije: ‘Te juro fidelidad en el Is-
lam. El agregó una condición: Dar el sincero con-
sejo a todo musulmán y yo le juré fidelidad con
esa condición.’
•
3. El Libro de la Sabiduría
I
•
La superioridad de la sabiduría
54.
Abû Huraira relató que un beduino se
acercó al Mensajero de Dios (B y P), mientras
él enseñaba a sus discípulos, y le dijo: ‘¿Cuándo
será la hora?’ El Mensajero de Dios (B y P) siguió
hablando; entonces, algunos dijeron: ‘No le gus-
tó lo que dijo (el beduino)’. Otros dijeron: ‘No lo
oyó’; hasta que terminó de hablar. Entonces, dijo:
«¿Quién preguntó por la Hora del Juicio?» El be-
duino dijo: ‘Soy yo Mensajero de Dios’. Le dijo:
«Cuando la confianza (en la autoridad y la hon-
radez) se pierda, espera la llegada de la Hora». El
beduino preguntó: ‘¿Y cómo se perderá la con-
fianza?’ El Profeta (B y P) respondió: «Cuando la
autoridad y el poder se entregue a gente incapaci-
tada espera, pues, la Hora».
II
•
Quien levanta la
voz difundiendo la sabiduria
55.
‘Abdullah Ibn ‘Amrû relató: ‘El Profeta
(B y P) se retrasó un poco de nuestro grupo en
un viaje que hacíamos. Cuando nos alcanzó, la
oración nos apremiaba y realizamos la ablución
(
wudû
). Solo nos frotábamos los pies (sin lavar-
los correctamente); entonces, él clamó a toda voz:
«¡Ay de los talones en el Fuego!». Lo hizo dos o
tres veces’.
(4) Esto se haría recomendándoles el bien y el mono-
teísmo y prohibiéndoles hacer el mal (la incredulidad y lo
prohibido por Dios).