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Oficina de Cultura y Difusión Islámica • Argentina
Sahîh Al-Bujârî
XXX
El ultimo de los profetas
1475.
Ÿâbir bin ‘Abdullah dijo: ‘El Profeta
(B y P) dijo: «Mi caso y el de los demás profetas
es como el de un hombre que construye una casa
y deja el espacio de un ladrillo faltante. La gen-
te entra a la casa y admirados dicen: ‘¡Si no fue-
se por ese ladrillo que falta! (Qué espléndida casa
sería)’»’
1476.
En otra versión, relatada por Abû Hu-
raira, hay una adición: «...Excepto el espacio de
un ladrillo faltante en una esquina..». y al final
dice: «Yo soy el ladrillo (que faltaba); soy el últi-
mo profeta».
XXXI
La muerte del Profeta (B y P)
1477.
‘Âisha relató que el Profeta (B y P) mu-
rió a la edad de sesenta y tres años.
XXXII
1478.
Al-Sâ‘ib bin Yazîd dijo, a sus noventa y
cuatro años, aún fuerte y firme: ‘Yo sé que estoy
aún gozando de mi vista y mi oído por la plega-
ria del Mensajero de Dios (B y P). Mi tía me llevó
a él y le dijo: ‘¡Mensajero de Dios (B y P)! Este es
el hijo de mi hermana que está enfermo. Ruega,
pues a Dios, por él’. Y él rogó por mí’.
XXXIII
La descripción del Profeta
(B y P)
1479.
‘Uqba bin Al-Hâriz dijo: ‘Abû Bakr rezó
el ‘asr y salió a caminar; vio a Al-Hasan jugan-
do con unos niños, lo cargó sobre sus hombros, y
dijo: ‘¡Que mi padre sea tu rescate! Te pareces al
Profeta (B y P) y no te pareces a ‘Alí’ y ‘Alí reía’.
1480.
Abû Ÿuhayfa dijo: ‘Vi al Profeta (B y P)
y Al-Hasan bin ‘Alí, la paz sea sobre ambos, se le
parecía mucho’. Se le dijo: ‘Descríbemelo’. Dijo:
‘Era blanco y su barba era negra con un poco de
pelo blanco. El Profeta (B y P) prometió darnos
trece camellas jóvenes pero murió antes de que
las recibamos’.
1481.
‘Abdullah bin Busr, sahabi del Profe-
ta (B y P), relató que se le dijo: ‘¿Viste al Profeta
(B y P) cuando envejeció?’ y él respondió: ‘Tenía
algunas canas entre el labio inferior y el men-
tón’.
1482.
Anas bin Mâlik dijo: ‘El Profeta (B y P)
era de altura media, no era alto ni bajo; (su piel)
tenía un color cercano al rosado, no era muy blan-
co ni muy moreno. Su pelo no era completamente
rizado ni completamente lacio. La Revelación le
llegó a sus cuarenta años. Se quedó en Makka diez
años más mientras le descendía la Revelación y
estuvo diez años en Medina; murió cuando no te-
nía en su cabeza y en su barba más de veinte ca-
bellos blancos’.
1483.
En otra versión, Anas bin Mâlik dice: ‘El
Profeta (B y P) no era muy alto ni bajo; (su piel)
no era absolutamente blanca ni parda; su pelo no
era totalmente rizado ni lacio; Dios lo envió a sus
cuarenta años’ y mencionó el resto del hadiz.
1484.
Al-Barâ’ dijo: ‘El Mensajero de Dios
(B y P) era el rostro más agradable de todos y era
el de mejor apariencia. No era muy alto ni bajo’.
1485.
Anas fue preguntado: ‘¿Solía teñirse el
pelo el Profeta (B y P)?’ El dijo: ‘No; sólo unos
cuantos cabellos a los lados de su cara’.
1486.
Al-Barâ’ bin ‘Âzib dijo: ‘El Profeta (B y P)
era de mediana estatura; de hombros anchos; su
pelo le llegaba a los lóbulos de sus orejas. Una vez
lo vi usando una capa roja; nunca vi una persona
mejor parecida que él’.
1487.
En otra versión, Al-Barâ’ relata que se le
preguntó: ‘¿El rostro del Profeta (B y P) era (bri-
llante) como la espada?’ y él dijo: ‘No, era más
bien como la luna llena’.
1488.
Abû Ÿuhayfa relató que una vez vio al
Profeta (B y P) en Al-Bathá’ y frente a él había una
vara clavada en el suelo; este hadiz ya fue men-
cionado (ver Nro. 313). En esta versión dice: ‘La
gente empezó a tomar sus dos manos y pasárse-
las por la cara. Yo tomé su mano y la pasé por mi
cara; la encontré más fría que la nieve y de aroma
más dulce que el almizcle’.
1489.
Abû Huraira relató que el Mensajero de
Dios (B y P) dijo: «Fui enviado en el mejor siglo
de todas las generaciones de la descendencia de
Adam desde su creación».
1490.
‘Abdullah bin ‘Abbâs relató: ‘El Mensa-
jero de Dios (B y P) solía dejar caer su cabello ya
que los incrédulos solían separarlo en dos al pei-
narlo. La Gente de la Escritura solía dejar caer su
cabello y al Profeta (B y P) le gustaba imitarlos en
las cosas en las que no tenía una orden determi-
nada. Después el Mensajero de Dios (B y P) sepa-
ró en dos su cabello’.