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Oficina de Cultura y Difusión Islámica • Argentina
Sahîh Al-Bujârî
XXXVIII
Mención de los genios (al-ÿinn)
1582.
Cuando ‘Abdullah bin Mas‘ûd fue pre-
guntado: ‘¿Quién informó al Profeta (B y P) sobre
los genios la noche en que escucharon el Corán?’
respondió: ‘Fue un árbol que le informó’.
1583.
Abû Huraira relató que solía cargar un
recipiente con agua para la ablución del Profeta
(B y P) y sus necesidades. El resto del hadiz ya lo
mencionamos (ver Nro. 124) (en el relato añade
que Abû Huraira preguntó sobre los huesos y los
excrementos y el Profeta (B y P) le dijo: «Son la
comida de los genios»).
1584.
En esta otra versión añadió: ‘«Una dele-
gación de los genios de Nasíbín vino a mí ¡y qué
hermosos genios eran! Me pidieron comida y yo
rogué a Dios que cada vez que ellos pasen por un
hueso o excremento encuentren en ello alimen-
to»’.
XXXIX
La emigración a Abisinia
(Etiopía)
1585.
Umm Jâlid bint Jâlid dijo: ‘Cuando volví
de Abisinia (a Medina) yo era una niña pequeña.
El Profeta (B y P) me puso un vestido con figuras
en él; el Profeta (B y P) frotaba las figuras con su
mano y decía: «Sanah sanah», que significa: «Bue-
no, bueno» en abisinio’.
XL
La historia de Abû Tâlib
1586.
Al-‘Abbâs bin ‘Abdul Muttalib relató que
dijo al Profeta (B y P): ‘¿Fuiste de beneficio para
tu tío (Abû Tâlib)? pues él te protegía y se encole-
rizaba en tu defensa’ y el Profeta (B y P) respon-
dió: «Él está sobre brasas con fuego ardiente; si no
fuese por mí estaría en la parte más profunda del
Infierno».
1587.
Abû Sa‘îd Al-Judrî dijo que oyó al Profe-
ta (B y P) decir, en una ocasión que se le mencio-
nó a su tío: «Tal vez mi intercesión le beneficie en
el Día de la Resurrección y sea puesto en un fuego
flameante que alcance a sus tobillos y le haga her-
vir el cerebro».
XLI
El relato del viaje nocturno
(Al-Isrâ’) del Profeta (B y P)
1588.
Ÿâbir bin ‘Abdullah relató que oyó al
Mensajero de Dios (B y P) decir: «Cuando la gen-
te de Quraysh no me creyó (el relato del viaje
nocturno) me quedé de pie en Al-Hiÿr y Dios me
mostró Jerusalén (Al-Bayt Al-Maqdis); empecé a
describírselas mientras la veía frente a mí».
XLII
La ascensión (Al-Mi‘râÿ)
1589.
Mâlik bin Sa‘sa‘a relató que el Profeta
(B y P) les contó sobre la noche del su viaje noc-
turno, dijo: «Mientras estaba acostado en Al-Ha-
tím –o dijo: En Al-Hiÿr– llegó a mí alguien que
cortó mi cuerpo de aquí hasta aquí –uno de los
relatores explicó: ‘De su garganta hasta su pubis’–
y extrajo mi corazón. Luego se me trajo una copa
llena de fe; se me lavó el corazón; fue llenado (con
fe) y después devuelto a su lugar. Luego se me tra-
jo una bestia, menor que la mula y mayor que el
asno, de color blanco –dijo uno de los transmiso-
res: ‘Es el Burâq’–. Sus pisadas se posaban en el
límite más lejano de su vista. Fui montado sobre
esta bestia y Ÿibrîl me llevó hasta el cielo de este
mundo y pidió que se le abrieran las puertas. Al-
guien dijo: ‘¿Quién es?’ él dijo: ‘Ÿibrîl’. Se le dijo:
‘¿Quién está contigo?’ Dijo: ‘Muhammad’; se le
dijo: ‘¿Se le mandó venir?’; Ÿibrîl dijo: ‘Sí’; enton-
ces se dijo: ‘Bienvenido sea y qué visita más bue-
na’. Las puertas se abrieron y, cuando había entra-
do, encontré de pronto a Adam. Me dijo (Ÿibrîl):
‘Este es tu padre Adam, salúdalo’ y yo lo saludé.
El correspondió a mi saludo y me dijo: ‘Bienveni-
do sea el hijo piadoso y el profeta piadoso’. Luego
ascendió (conmigo) al segundo cielo y pidió que
se le abra. Se dijo: ‘¿Quién es?’ él dijo: ‘Ÿibrîl’. Se
le dijo: ‘¿Quién está contigo?’ Dijo: ‘Muhammad’;
se le dijo: ‘¿Se le mandó venir?’; Ÿibrîl dijo: ‘Sí’;
entonces se dijo: ‘Bienvenido sea y qué visita más
buena’. Las puertas se abrieron y, cuando había en-
trado, encontré de pronto a Yahya (Juan el Bautis-
ta) y a ‘Îsâ (Jesús), y ambos son primos maternos.
(Ÿibrîl) dijo: ‘Estos dos son Yahya e ‘Îsâ, salúdales’.
Yo los saludé y me correspondieron; luego dije-
ron: ‘Bienvenido sea el hermano piadoso y el pro-
feta piadoso’. Luego ascendió (conmigo) al tercer
cielo y pidió que se le abra. Se dijo: ‘¿Quién es?’