Page 262 - Sahih Al-Bujari

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Oficina de Cultura y Difusión Islámica • Argentina
Sahîh Al-Bujârî
Sûrat Al-Baqara (la sura de La
Vaca, Nº 2)
II
Las palabras de Dios:
no atribu-
yáis iguales a Dios a sabiendas
(2:22)
1713.
‘Abdullah dijo: ‘Pregunté al Profeta
(B y P) ¿Cuál es el pecado más grande ante Dios?
Él dijo: «Que le pongas iguales a Dios siendo que
Él te creó». Dije: ‘¡Eso es en verdad grave!’ y dije:
‘¿Luego cuál?’ dijo: «Que mates a tu hijo por te-
mor a que coma contigo (en casos de hambre)».
Dije: ‘¿Después cuál?’ dijo: «Que cometas adulte-
rio con la esposa de tu vecino»’.
III
Las palabras de Dios:
hicimos
que se os nublara y descendiera
sobre vosotros el maná y las co-
dornices
(2:57)
(Muÿâhid dijo: ‘El maná es una especie de
goma dulce’).
1714.
Sa‘îd bin Zayd dijo: ‘El Mensajero de
Dios (B y P) dijo: «Al-Kama‘a (un tipo de hongo
fácil de conseguir en esa época) es como el maná
y su agua es una cura para los ojos»’.
IV
Las palabras de Dios:
¡Entrad
por la puerta prosternandoos y
decid ‘perdón’!
(2:58)
1715.
Abû Huraira relató que el Profeta (B y P)
dijo: «A los israelíes se les dijo:
...Hittatun (per-
dón
)
pero ellos entraron arrastrando las nalgas;
así que alteraron la orden de Dios y dijeron: ‘Hin-
tatun’ (un grano en espiga)».
V
Las palabras de Dios:
si abroga-
mos una aleya o provocamos su
olvido, aportamos otra mejor o
semejante
(2:106)
1716.
‘Abdullah bin ‘Abbâs dijo: ‘Dijo ‘Umar:
‘El mejor recitador (del Corán) de nosotros es
Ubayy; el mejor juez de nosotros es ‘Alî. Sin em-
bargo, dejamos algunas de las cosas de Ubayy por-
que dice: ‘No dejaré de lado nada que haya oído
del Mensajero de Dios (B y P)’ pero Dios dice:
Si
abrogamos una aleya o provocamos su olvido,
aportamos otra mejor o semejante...
’’.
VI
Las palabras de Dios:
Dicen:
‘¡Dios ha adoptado un hijo!’
¡gloria a Él!
(2:116)
1717.
‘Abdullah bin ‘Abbâs relató que el Pro-
feta (B y P) dijo: «Dios dice: ‘Los hijos de Adam
me desmienten y no tienen derecho a ello; y me
insultan sin tener derecho a ello. Me desmienten
cuando alegan que no puedo volverlos al estado
en que estaban. Me insultan cuando dicen que
tengo un hijo. ¡Glorificado sea Yo! ¡Estoy lejos de
tener una esposa o tener un hijo!’»
VII
Las palabras de Dios:
¡haced del
lugar de Ibrâhîm un oratorio!
(2:125)
1718.
Anas bin Mâlik relató: ‘ ‘Umar dijo: ‘Co-
incidí con Dios en tres cosas –o dijo: ‘Mi Señor
coincidió conmigo en tres cosas’–. Dije: ¡Mensaje-
ro de Dios! ¿Por qué no tomas el lugar de Ibrâhîm
(
maqám Ibrâhîm
) como lugar de oración?’ y dije:
‘¡Mensajero de Dios! A tu casa entra el piadoso y
el pervertido ¿por qué no ordenas a las madres de
los creyentes que adopten el velo?’ y Dios reveló la
aleya del velo. Cuando supe de la reprimenda que
el Profeta (B y P) dio a algunas de sus mujeres, fui
y les dije: ‘¡Deberíais parar (de incomodar al Pro-
feta (B y P)) o Dios dará a Su Mensajero mejores
mujeres que vosotras!’ y fui a una de sus esposas
y ella me dijo: ‘¡‘Umar! ¿Es que el Mensajero de
Dios (B y P) no tiene con qué aconsejar a sus es-
posas que vienes tú a quererles aconsejar?’ y Dios
reveló:
Si él os repudia, quizá su Señor le dé, a
cambio, esposas mejores que vosotras...
(66:5)’’.
VIII
Las palabras de Dios:
Decid:
‘¡creemos en Dios y en lo que se
nos ha revelado!’
(2:136)
1719.
Abû Huraira dijo: ‘La Gente de la Escri-
tura solía recitar la Torá (la Revelación de Dios a