Page 284 - Sahih Al-Bujari

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Oficina de Cultura y Difusión Islámica • Argentina
Sahîh Al-Bujârî
XI
Una mujer se ofrece, a sí misma,
en matrimonio a un hombre
piadoso
1845.
Sahl binSa‘d relatóque unamujer se ofre-
ció a sí misma (en matrimonio) al Profeta (B y P).
Un hombre dijo al Profeta (B y P): ‘¡Mensajero de
Dios! ¡Cásame con ella!’; el Profeta (B y P) le dijo:
«¿Qué tienes (como dote)?» El hombre respon-
dió: ‘No tengo nada’ y el Profeta (B y P) le dijo:
«Vé y busca aunque sea un anillo de metal». El
hombre se fue y volvió; dijo: ‘No ¡Por Dios! que
no tengo nada, ni un anillo de hierro. Pero aquí
está mi izâr y le daré la mitad de él’. Sahl añadió
que el hombre no tenía ni un manto con qué cu-
brirse y que el Profeta (B y P) le dijo: «¿Qué haría
ella con tu izâr? Si lo viste tú te quedas sin ropa
y si tú lo vistes ella no se beneficia en nada». El
hombre se sentó por un largo tiempo y cuando
se levantó (para irse) el Profeta (B y P) lo vio y lo
llamó o se lo llamaron. El Profeta (B y P) le dijo:
«¿Cuánto memorizas del Corán?», el hombre res-
pondió: ‘Memorizo tal y tal sura’ y mencionó los
nombres de algunas suras. El Profeta (B y P) dijo:
«Te la damos en matrimonio por lo que memori-
zas del Corán (debes enseñárselo)».
XII
Mirar a la mujer antes del ma-
trimonio
1846.
En otro relato de Sahl dice que una mu-
jer vino al Mensajero de Dios (B y P) y le dijo:
‘¡Mensajero de Dios! Vine a presentarme a ti
(para casarme contigo)’. El Mensajero de Dios
(B y P) la miró fija y cuidadosamente; luego bajó
su vista y mencionó el hadiz (el anterior). Y agre-
gó al final: «¿Las recitas de memoria?», el hombre
dijo: ‘Sí’. Entonces el Profeta (B y P) le dijo: «Ve
pues; te caso con ella por lo que sabes del Corán
(como dote)».
XIII
Los que dicen: no hay matrimo-
nio sin tutor legal (waliy)
1847.
Ma‘qal bin Yassâr dijo: ‘Casé a una her-
mana mía con un hombre y la divorció. Cuando
terminó su periodo de espera, llegó nuevamente
y la pidió en matrimonio. Yo le dije: ‘Te casé con
ella, te hice un lecho de ella (tu esposa) y te tra-
té con generosidad; luego la divorciaste y ahora
vienes a pedirla nuevamente. No ¡Por Dios! ¡No
volverá a ti nunca!’ Y no era un hombre malo,
además que la mujer quería volver a él. Entonces
Dios reveló esta aleya:
No les impidáis que se ca-
sen con sus maridos...
(2:232). Yo dije: ‘Procede
Mensajero de Dios (B y P)’ y el Mensajero de Dios
(B y P) la casó con el hombre’.
XIV
El padre u otro no podrá casar
a una vírgen o a una zayyib  sin
su consentimiento
1848.
Abû Huraira relató que el Profeta (B y P)
dijo: «La mujer (
zayyib
) no puede ser casada has-
ta que se le consulta; tampoco la virgen puede ser
casada hasta que se obtiene su consentimiento».
Dijeron: ‘¡Mensajero de Dios (B y P)! ¿Cómo ex-
presa su consentimiento?’ dijo: «Con su silen-
cio».
1849.
‘Âisha dijo: ‘Dije: ‘¡Mensajero de Dios
(B y P)! ¡Una virgen se avergüenza!’ él dijo: «Su
complacencia la expresa su silencio»’.
XV
Si un hombre casa a su hija con-
tra su voluntad el matrimonio
es rechazado
1850.
Jansâ’ bint Jidâm Al-Ansâriyya relató
que su padre la casó contra su voluntad cuando
ella ya era zayyib; así que fue ente el Mensajero de
Dios (B y P) y él anuló su matrimonio.
XVI
Nadie debe pedir la mujer que
su hermano ha pedido, hasta
que se casen o la deje (sea re-
chazado)
1851.
‘Abdullah bin ‘Umar dijo: ‘El Profeta
(B y P) prohibió que unos vendan sobre la venta
de otros (perjudicándoles), y que el hombre pida a
la mujer que su hermano (un primer pretendien-
(1) Esta palabra árabe define a las mujeres que por
una u otra razón, han perdido la virginidad en un matri-
monio previo o fuera de él.