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Oficina de Cultura y Difusión Islámica • Argentina
Sahîh Al-Bujârî
vuestros lugares». Luego fue a bañarse. Después
salió a nosotros con su cabeza goteando agua;
pronunció el takbîr y rezamos con él’
X
Quien se baña desnudo
en solitario
197.
Abû Huraira relató que el Profeta (B y P)
dijo. «Las gentes de Israel solían bañarse desnu-
dos y juntos, mirándose unos a otros. Sin embar-
go, Moisés se bañaba solo. Entonces los israelitas
dijeron: ‘¡Por Dios! Lo que impide que Moisés se
bañe con nosotros es que tiene una hernia escro-
tal’. En una ocasión Moisés fue a bañarse y puso
sus ropas sobre una piedra. La piedra huyó con las
ropas de Moisés y él salió persiguiéndola, mien-
tras gritaba: ‘¡Mi ropa! ¡roca! ¡mi ropa! ¡roca!’
Hasta que los israelitas vieron a Moisés y dijeron:
‘¡Por Dios! Moisés no tiene enfermedad alguna’.
Moisés recuperó sus ropas y empezó a golpear a
la piedra»’. Abû Huraira agregó: ‘¡Por Dios! Aún
hay seis o siete marcas en la piedra por la fuerza
de tales golpes’.
198.
Abû Huraira relató que el Profeta (B y P)
dijo: «Mientras Ayyûb (Job) se bañaba desnudo,
unos saltamontes de oro empezaron a caer sobre
él. Ayyûb empezó a recolectarlos en su ropa. En-
tonces, su Señor le dijo:
¡Ayyûb! ¿No te he dado
ya suficiente para que no necesites recolectar-
los?
» Ayyûb respondió: ‘¡Si! ¡Por tu Glorioso Po-
der! ¡Pero no puedo dejar de procurar Tu Bendi-
ción!’».
XI
Ponerse a cubierto de la gente
durante el baño
199.
UmmHâni bint Abi Tâlib relató: ‘Fui ante
el Mensajero de Dios (B y P) el año de la conquista
de Makka y le encontré tomando un baño mien-
tras Fâtima lo cubría. El Profeta (B y P) preguntó:
«¿Quién es?» Respondí: ‘Soy Umm Hâni’.
XII
Sobre el sudor de quien está en
ÿanâba y que el creyente no se
hace impuro
200.
Abû Huraira relató: ‘Me encontré con el
Profeta (B y P) en una de las calles de Medina. Yo
estaba, en ese momento, en estado de ÿanâba; por
ello, me alejé del Profeta (B y P) y corrí a bañarme.
Cuando volví, el Profeta (B y P) me dijo: «¡Abû
Huraira! ¿Dónde estuviste?» Respondí: ‘Estaba en
ÿanâba; así es que me disgustó sentarme contigo
mientras estaba impuro’. El Profeta (B y P) dijo:
«¡Subhâna Allah!  El creyente nunca se pone im-
puro»
¡Creyentes! Los asociadores son mera im-
pureza. ¡Que no se acerquen, pues, a la Mezquita
Sagrada después de éste su año! Si teméis esca-
sez, Dios os enriquecerá por favor Suyo, si quie-
re. Dios es Omnisciente, Sabio
(9:28)’.
XIII
Quien esta en ÿanâba puede
dormir si hace la ablución
201.
‘Umar bin Al-Jattâb dijo: ‘Pregunté al
Mensajero de Dios (B y P): ‘¿Puede uno de noso-
tros dormir estando en ÿanâba? El respondió: «Sí,
si se hace la ablución, puede dormir en ÿanâba»’.
XIV
Si hay contacto entre los
genitales del hombre y la mujer
202.
Abû Huraira relató que el Profeta (B y P)
dijo: «Cuando un hombre se sitúa entre los cuatro
miembros de la mujer y se da la penetración, el
baño se hace obligatorio».
6. El Libro de la Menstruación
I
La menstruación es algo que
Dios determinó para
las mujeres
203.
‘Âisha dijo: ‘Salíamos con la única inten-
ción de realizar el peregrinaje; pero, cuando llegué
a Sarif, me llegó la menstruación. El Mensajero de
Dios entró a visitarme y me vio llorando. Me dijo:
(1) ¡Glorificado sea Dios!