Page 5 - Sahih Al-Bujari

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Oficina de Cultura y Difusión Islámica • Argentina
Sahîh Al-Bujârî
Los musulmanes distinguen claramente entre estas dos fuentes de la doctrina y la ley islámica (el Co-
rán y la Sunnah) , pero si bien son sin duda dos entidades separadas, están tan estrechamente ligadas que
no se puede concebir una sin la otra. Pues es a través de Muhammad (B y P) que nos ha llegado el Corán,
y él es la personificación más perfecta de la enseñanza revelada, por lo tanto es en su noble personalidad
que encontramos la dimensión humana y cotidiana del Mensaje divino. Podría decirse que el Corán, la
Palabra de Dios, es la
Revelación textual
del Altísimo, y que las palabras y enseñanzas del Profeta (B y P),
quien es definido como libre de error en la transmisión del Mensaje divino, es la
Revelación conceptual
.
La
Sunnah
del Profeta Muhammad (B y P) se encuentra compilada en miles de tradiciones (árabe:
ha-
dîz
, plural
ahâdîz
), reunidas en numerosas obras, algunas de las cuales constan de varios volúmenes cuya
extensión supera largamente a la del Sagrado Corán. Los hadices refieren dichos, conductas, indicacio-
nes, aprobaciones tácitas, etc., proferidas por el Profeta a lo largo de su vida como tal, y fueron recogidos
por sus contemporáneos, sus Compañeros y discípulos, y transmitidos a las generaciones futuras.
Durante la misión profética que duró 23 años los compañeros del Mensajero de Dios (B y P) lo fre-
cuentaron asiduamente y lo vieron actuar en todos los ámbitos imaginables: como hombre, con su fami-
lia e hijos, como gobernante de la comunidad islámica, como juez en los litigios, como comandante en
las expediciones militares, como maestro espiritual designado para perfeccionar la conducta humana, en
suma: como hombre ejemplar. No existe una literatura tan extensa y detallada sobre ninguno de los Pro-
fetas anteriores y fundadores de grandes religiones, lo cual confirma su trascendencia como Sello de la
Profecía, el modelo por excelencia del hombre más completo que ha existido.
Los sabios musulmanes están de acuerdo en que la Sunnah, recogida en las colecciones de hadices,
constituye la segunda fuente del Islam en importancia, en lo que hace a definir la doctrina y la ley en to-
dos sus aspectos. De ahí que su estudio sea esencial para comprender el Islam en forma completa.
A diferencia del Sagrado Corán, que fue traducido desde antiguo a diversas lenguas, no ha ocurrido lo
mismo con las colecciones de hadices o tradiciones proféticas hasta la época moderna. Y aún hoy día, sal-
vo recopilaciones parciales, sólo algunas de las principales colecciones de hadices se han volcado a otros
idiomas, excepción hecha, claro está, de las traducciones que siempre se han hecho a lenguas propias de
importantes pueblos de la comunidad islámica universal (v.gr. persa, turco, urdu, etc.).
La Tradición o los hadices del Profeta del Islam
Bajo el término “hadîz” (lit.: relato, referencia; que simplificaremos hadiz, hadices, o incluso “tradi-
ción”, “tradiciones”) se designa a toda narración o relato referido al Profeta (B y P), directa o indirecta-
mente, sobre lo que éste dijo (recomendando, ordenando, prohibiendo), enseñó, o simplemente se vio
que solía hacer aunque no lo recomendara específicamente a sus seguidores. Hay incluso hadices en los
cuales se narra simplemente que el Profeta (B y P) aprobó tácitamente cierta conducta en otros, y en con-
secuencia tal conducta se vuelve vinculante para los musulmanes. Hay una categoría especial de hadices
en los cuales el Profeta (B y P) refiere palabras de su Señor, que le fueron inspiradas de manera diversa
a la revelación del Sagrado Corán, y que no forman parte de este último; se los llama
hadîz qudsî
(hadiz
sagrado, tradición sagrada), y tienen una importancia especial.
El concepto de hadiz y de Sunnah se extiende incluso a veces a la práctica y opiniones de los Compa-
ñeros del Profeta (B y P), entendiendo que lo que éstos hicieron o dijeron lo aprendieron del Mensajero
de Dios aunque no lo dijeran explícitamente.
Que los musulmanes deben seguir la guía, la enseñanza, las indicaciones y, en suma, el ejemplo del
Profeta (B y P), es algo que atestigua la misma Revelación en numerosos versículos:
(1) A estas dos primeras fuentes del Islam se suman otras dos según la opinión de los sabios musulmanes como ya
indicamos, y que son: el consenso de los sabios (
iÿmâ‘
) sobre alguna cuestión específica, y por último el intelecto humano
aplicado al análisis analógico (
qiyâs
) de las fuentes anteriores. Hay así cuatro fuentes que en orden de importancia son:
1º) el Sagrado Corán, 2º) la Sunnah del Profeta (ByP), 3º) el Consenso de los sabios, y 4º) el Qiyâs o análisis analógico
de las dos fuentes primeras. Esta clasificación es esencial en el estudio de la ley islámica (
sharî‘a
) y en la promulgación de
normas vinculantes para los musulmanes.