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Oficina de Cultura y Difusión Islámica • Argentina
Sahîh Al-Bujârî
XLI
•
La construcción de la mezquita
del Profeta (B y P)
280.
‘Abdullah bin ‘Umar relató: ‘En la época
del Mensajero de Dios (B y P) la mezquita (del
Profeta) estaba hecha de adobes, su techo era de
hojas de palmera y sus columnas eran troncos de
palmera. Abû Bakr no le aumentó nada. ‘Umar
si la extendió y lo hizo con los mismos materia-
les usados en la época del Profeta (B y P): Ado-
bes, hojas de palmera y las columnas las hizo de
madera. Luego, ‘Uzmân la cambió y le hizo una
ampliación grande. Hizo sus paredes con piedras
grabadas y mezcla e hizo las columnas de piedra
grabada y el techo con madera de teca’.
XLII
•
La cooperación para construir
la mezquita
281.
Abû Sa‘îd Al-Judrî relató que un día es-
taba predicando y llegó a mencionar la construc-
ción de la mezquita; entonces dijo: ‘Cargábamos
los adobes uno por uno y ‘Ammâr los cargaba de
dos en dos. El Profeta (B y P) lo vio y, mientras
quitaba la tierra de su cuerpo, le dijo: «¡Que Dios
se apiade de ‘Ammâr! Lo matará una facción re-
belde. El los invitará al Paraíso y ellos lo invita-
rán al Fuego». ‘Ammâr decía: ‘Me refugio en Dios
contra las atribulaciones’.
XLIII
•
Quien construye una mezquita
282.
‘Ubaydullah Al-Jawlani dijo: ‘Vi a ‘Uzmân
bin ‘Affân diciendo cuando la gente disputaba in-
tensamente sobre su intención de reconstruir la
mezquita del Mensajero de Dios (B y P): ‘Habéis
hablado demasiado y yo he oído al Profeta (B y P)
decir: «Quien construye una mezquita con la in-
tención de obtener la complacencia de Dios, Dios
le construirá un lugar similar en el Paraíso»’’.
XLIV
•
Sujetar las flechas por la
punta cuando se pasa por la
mezquita
283.
Ÿâbir bin ‘Abdullah pasó a través de la
mezquita cargando flechas. El Mensajero de Dios
(B y P) le dijo: «Sujétalas por sus puntas».
XLV
•
Pasar a traves de la mezquita es
permitido
284.
Abû Mûsâ Al-Ash‘arí dijo que el Profe-
ta (B y P) dijo: «Quien pasa a través de nuestras
mezquitas o nuestros mercados sujetando flechas
que lo haga sujetándolas por sus puntas; no sea
que vaya a lastimar con ellas a un musulmán».
XLVI
•
La poesía dentro de la mezquita
285.
Hassân bin Zâbit Al-Ansâri relató que
preguntó a Abû Huraira: ‘¡Por Dios! ¿Oíste al
Profeta (B y P) decir: «¡Hassân! Sal en defensa del
Mensajero de Dios! ¡Oh Dios! Ayúdalo con el Es-
píritu Santo»?’. Abû Huraira dijo: ‘Sí’.
XLVII
•
Lanceros dentro de la mezquita
286.
‘Âisha relató: ‘Un día vi al Mensajero de
Dios en la puerta de mi habitación mientras los
etíopes estaban en la mezquita (exhibiendo sus
habilidades con las lanzas). El Mensajero de Dios
(B y P) me cubría con su manto mientras yo les
veía hacer sus malabares’.
En otra versión dice: ‘Mientras ellos jugaban
con sus lanzas’.
XLVIII
•
Exigir a un deudor que pague
sus deudas y abordarlo en la
mezquita
287.
Ka‘b bin Mâlik relató que exigió a Ibn
Hadrad que le pague una deuda que contrajo en
la mezquita. Las voces se alzaron hasta que las
oyó el Mensajero de Dios (B y P) desde su casa.
Salió a verlos levantando la cortina de su habita-
ción y dijo: «¡Ka‘b!» El respondió: ‘Respondo tu
llamado Mensajero de Dios’. El Profeta (B y P) le
(1)
Hassân bin Zâbit Al-Ansâri
. Pertenecía a los
Banu Magâla de los Banu Al-Naÿÿâr. Era de los que de-
fendía al Profeta (B y P) con su lengua, su mano y su es-
pada. El Profeta dijo por él, en la batalla de Badr: «¡Ataca!
¡Gabriel está contigo!» y dijo: «¡Oh Dios! ¡Asístele con el
Espíritu Santo!» Murió en Medina en los días de la muer-
te de ‘Alí.