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Oficina de Cultura y Difusión Islámica • Argentina
Sahîh Al-Bujârî
práctica de llamar a la oración. Un día, hablaron
al respecto. Algunos dijeron: ‘Usemos campanas
como las de los cristianos’. Otros dijeron: ‘Use-
mos una trompeta como el cuerno de los judíos’.
‘Umar dijo: ‘¿Por qué no enviar a un hombre para
que llame a la gente a la oración?’ El Mensajero
de Dios (B y P) dijo: «¡Bilâl! Levántate y llama a la
gente a la oración»’.
II
Pronunciando las frases del
adhân dos veces
371.
Anas relató: ‘Se ordenó a Bilâl repetir las
frases del adhân y decir una sola vez las del iqâ-
ma, excepto la frase:
Qad Qâmat is Salât
(la ora-
ción está a punto de iniciarse)’.
III
Las virtudes del adhân
372.
Abû Huraira relató que el Mensajero de
Dios (B y P) dijo: «Cuando se llama para la ora-
ción, Satán da media vuelta y echa ruidosas ven-
tosidades mientras huye, para no oír el llamado.
Cuando se termina el adhân, vuelve y huye nue-
vamente cuando se pronuncia el iqâma. Cuando
se termina el iqâma vuelve nuevamente para su-
surrar en la mente de los orantes, diciendo: ‘Re-
cuerda esto y recuerda aquello’ (para distraerlos),
recordando cosas olvidadas hasta que queda el
hombre sin saber cuánto rezó».
IV
Levantar la voz al pronunciar
el adhân
373.
Abû Sa‘îd Al-Jurdrî dijo: ‘Oí al Mensaje-
ro de Dios (B y P) decir (sobre levantar la voz en
el Adhân): «Todos los que oyen la voz del muecín
durante el Adhân: Genios, hombres y cualquier
otra criatura, atestiguan por él en el Día de la Re-
surrección»’.
V
No se vierte sangre cuando se
oye el adhân
374.
Anas Ibn Mâlik relató: ‘Cuando el Profeta
(B y P) salía con nosotros a combatir una nación,
nunca nos dejaba atacar hasta el alba; entonces
esperaba y escuchaba; si oía el Adhân detenía el
ataque y si no oía el Adhân ordenaba que ataque-
mos’.
VI
Qué se dice cuando se oye
el adhân
375.
Abû Sa‘îd Al-Judrî relató que el Mensaje-
ro de Dios (B y P) dijo: «Si oís el Adhân, decid lo
mismo que dice el muecín».
376.
Mu‘âwiya relató algo similar al hadiz ante-
rior, hasta las palabras
wa ash-hadu annaMuham-
madan rasûlullah
(y doy testimonio que Muham-
mad es Mensajero de Dios). Cuando (el muecín)
dice:
haiia ‘ala assalât
(venid a la oración) dirá:
La
hawla wa lâ quwata il la billâh
(no hay fuerza ni
poder sino en Dios). Y añadió (Mu‘awiya): ‘Oí-
mos al Profeta (B y P) decir lo mismo’.
VII
La plegaria (que se dice)
despues del adhân
377.
Ÿâbir bin ‘Abdullah relató que el Men-
sajero de Dios (B y P) dijo: «Quién dice después
del Adhân: Allâhumma rabbi hadhihi ad da‘wati
at tammati was salâtil qâimati. Áti Muhammadan
Al-wasîlati wal fadîlati wab‘azhu maqâman ma-
hmûdan alladhi wa‘adtahu. (¡Dios! Señor de este
perfecto llamado y de esta oración que se realiza-
rá; dale a Muhammad el derecho a intercesión y
la superioridad; y envíale al mejor y más elevado
lugar (en el Paraíso) que le has prometido) (verá
que) se me permitirá interceder por él en el Día
de la Resurrección».
VIII
Un sorteo para poder pronun-
ciar el adhân
378.
Abû Huraira relató que el Mensajero de
Dios (B y P) dijo: «Si la gente supiera lo bueno
que hay en el Adhân y en la primera fila (de la
oración en grupo) y no encontrasen otra mane-
ra de acceder a ello que sorteárselos, se los sor-
tearían con seguridad. Y si supieran lo bueno que
hay en la oración del dhuhur en su primer tiem-
po, competirían unos con otros (por hacerla tem-