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Oficina de Cultura y Difusión Islámica • Argentina
Sahîh Al-Bujârî
pieran lo que hay en ellas, asistirían aunque sea
gateando»’.
XXIV
Quien se sienta en la mezquita
esperando el salat y sobre las
virtudes de las mezquitas
396.
Abû Huraira relató que el Profeta (B y P)
dijo: «Dios cubrirá a siete con su sombra, en el día
en que no haya sino su sombra:
1. Al gobernante justo,
2. Al joven que se crió adorando a su Señor,
3. Un hombre cuyo corazón está apegado a las
mezquitas (reza en ellas las cinco oraciones),
4. Dos personas que se quieren por Dios; que
se reúnen y se separan por Dios,
5. Un hombre que rehusa la invitación de una
mujer atractiva y noble a fornicar diciéndole:
‘Temo a Dios’,
6. Un hombre que da en caridad de forma
oculta hasta que ni su izquierda sabe lo que dio
la mano derecha (nadie sabe de sus donaciones
caritativas),
7. Y un hombre que recuerda a Dios en solita-
rio y sus ojos se llenan de lágrimas».
XXV
Las virtudes de ir a (rezar en
grupo en) la mezquita
397.
Abû Huraira relató que el Profeta (B y P)
dijo: «A quien va a la mezquita (cada) mañana o
tarde (para la oración en congregación) Dios le
prepara un lugar honrado en el Paraíso por cada
vez que va en la mañana y en la tarde».
XXVI
Si se pronuncia el iqâma no se
debe rezar sino la oración
obligatoria
398.
‘Abdullah bin Mâlik bin Buhayna, de la
tribu de Azd, relató que el Mensajero de Dios
(B y P) vio a un hombre, después de que se pro-
nunció el Iqâma, rezando dos rak‘ât (voluntarios).
Cuando el Mensajero de Dios (B y P) terminó la
oración, la gente lo rodeó y el Mensajero de Dios
(B y P) le increpó diciéndole: «¿Acaso el salat de
faÿr es de cuatro rak‘ât? ¿Acaso el salat del faÿr es
de cuatro rak‘ât?»
XXVII
El límite puesto al enfermo
para atender la oración en con-
gregación
399.
‘Âisha dijo: ‘Cuando el Mensajero de Dios
enfermó con la enfermedad de la cual murió y se
presentó el momento de la oración y el Adhân fue
pronunciado, el dijo: «Digan a Abû Bakr que diri-
ja a la gente en la oración». Se le dijo: ‘Abû Bakr es
un hombre muy sensible; cuando esté en tu lugar
no podrá dirigir a la gente en la oración’. El Profe-
ta (B y P) repitió la orden pero se le dio la misma
réplica. El Profeta (B y P) dio nuevamente la or-
den y añadió: «Vosotros sois como la gente de Yû-
suf (José, la paz sea con él). Ordenad a Abû Bakr
que dirija a la gente en la oración». Así que salió
Abû Bakr y dirigió la oración. Mientras tanto, el
Profeta (B y P) se sintió algo aliviado y salió ayu-
dado por dos hombres a su lado; aún me parece
ver sus piernas arrastrando por el suelo de dolor.
(Al verlo salir) Abû Bakr quiso retroceder, pero el
Profeta (B y P) le indicó que se quede en su sitio.
El Profeta (B y P) fue llevado hasta que se sentó al
lado de Abû Bakr. El Profeta (B y P) rezaba y Abû
Bakr se guiaba con su oración. La gente atrás se
guiaba con la oración de Abû Bakr’.
En otra versión dice que el Profeta (B y P) ‘...
se sentó a la izquierda de Abû Bakr y Abû Bakr
rezaba de pie’.
400.
En otro relató, ‘Âisha dijo: ‘Cuando el
Profeta (B y P) se puso seriamente enfermo y su
dolencia se agravó, pidió a sus esposas ser atendi-
do en mis aposentos y ellas se lo permitieron’. El
resto del hadiz es similar al anterior.
XXVIII
¿Puede el iman rezar con los
presentes? ¿puede pronunciar
el sermón (
jutbat ul-ÿum‘a
) del
viernes si está lloviendo?
401.
Ibn ‘Abbâs relató que estaba hablando a
la gente en un día (lluvioso) de mucho barro (en
las calles); cuando el muecín llegó a pronunciar:
‘Venid a la oración’. Ibn ‘Abbâs le ordenó decir:
‘¡Rezad en vuestros hogares!’: La gente empezó