71
Oficina de Cultura y Difusión Islámica • Argentina
Sahîh Al-Bujârî
pieran lo que hay en ellas, asistirían aunque sea
gateando»’.
XXIV
•
Quien se sienta en la mezquita
esperando el salat y sobre las
virtudes de las mezquitas
396.
Abû Huraira relató que el Profeta (B y P)
dijo: «Dios cubrirá a siete con su sombra, en el día
en que no haya sino su sombra:
1. Al gobernante justo,
2. Al joven que se crió adorando a su Señor,
3. Un hombre cuyo corazón está apegado a las
mezquitas (reza en ellas las cinco oraciones),
4. Dos personas que se quieren por Dios; que
se reúnen y se separan por Dios,
5. Un hombre que rehusa la invitación de una
mujer atractiva y noble a fornicar diciéndole:
‘Temo a Dios’,
6. Un hombre que da en caridad de forma
oculta hasta que ni su izquierda sabe lo que dio
la mano derecha (nadie sabe de sus donaciones
caritativas),
7. Y un hombre que recuerda a Dios en solita-
rio y sus ojos se llenan de lágrimas».
XXV
•
Las virtudes de ir a (rezar en
grupo en) la mezquita
397.
Abû Huraira relató que el Profeta (B y P)
dijo: «A quien va a la mezquita (cada) mañana o
tarde (para la oración en congregación) Dios le
prepara un lugar honrado en el Paraíso por cada
vez que va en la mañana y en la tarde».
XXVI
•
Si se pronuncia el iqâma no se
debe rezar sino la oración
obligatoria
398.
‘Abdullah bin Mâlik bin Buhayna, de la
tribu de Azd, relató que el Mensajero de Dios
(B y P) vio a un hombre, después de que se pro-
nunció el Iqâma, rezando dos rak‘ât (voluntarios).
Cuando el Mensajero de Dios (B y P) terminó la
oración, la gente lo rodeó y el Mensajero de Dios
(B y P) le increpó diciéndole: «¿Acaso el salat de
faÿr es de cuatro rak‘ât? ¿Acaso el salat del faÿr es
de cuatro rak‘ât?»
XXVII
•
El límite puesto al enfermo
para atender la oración en con-
gregación
399.
‘Âisha dijo: ‘Cuando el Mensajero de Dios
enfermó con la enfermedad de la cual murió y se
presentó el momento de la oración y el Adhân fue
pronunciado, el dijo: «Digan a Abû Bakr que diri-
ja a la gente en la oración». Se le dijo: ‘Abû Bakr es
un hombre muy sensible; cuando esté en tu lugar
no podrá dirigir a la gente en la oración’. El Profe-
ta (B y P) repitió la orden pero se le dio la misma
réplica. El Profeta (B y P) dio nuevamente la or-
den y añadió: «Vosotros sois como la gente de Yû-
suf (José, la paz sea con él). Ordenad a Abû Bakr
que dirija a la gente en la oración». Así que salió
Abû Bakr y dirigió la oración. Mientras tanto, el
Profeta (B y P) se sintió algo aliviado y salió ayu-
dado por dos hombres a su lado; aún me parece
ver sus piernas arrastrando por el suelo de dolor.
(Al verlo salir) Abû Bakr quiso retroceder, pero el
Profeta (B y P) le indicó que se quede en su sitio.
El Profeta (B y P) fue llevado hasta que se sentó al
lado de Abû Bakr. El Profeta (B y P) rezaba y Abû
Bakr se guiaba con su oración. La gente atrás se
guiaba con la oración de Abû Bakr’.
En otra versión dice que el Profeta (B y P) ‘...
se sentó a la izquierda de Abû Bakr y Abû Bakr
rezaba de pie’.
400.
En otro relató, ‘Âisha dijo: ‘Cuando el
Profeta (B y P) se puso seriamente enfermo y su
dolencia se agravó, pidió a sus esposas ser atendi-
do en mis aposentos y ellas se lo permitieron’. El
resto del hadiz es similar al anterior.
XXVIII
•
¿Puede el iman rezar con los
presentes? ¿puede pronunciar
el sermón (
jutbat ul-ÿum‘a
) del
viernes si está lloviendo?
401.
Ibn ‘Abbâs relató que estaba hablando a
la gente en un día (lluvioso) de mucho barro (en
las calles); cuando el muecín llegó a pronunciar:
‘Venid a la oración’. Ibn ‘Abbâs le ordenó decir:
‘¡Rezad en vuestros hogares!’: La gente empezó