Page 76 - Sahih Al-Bujari

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Oficina de Cultura y Difusión Islámica • Argentina
Sahîh Al-Bujârî
V
Levantar la vista hasta ver al
imâm en el salat
431.
Abû Ma‘mar relató: Preguntamos a Ja-
bbâb  si el Profeta (B y P) recitaba el Corán du-
rante el salat del dhuhur y el ‘asr. El respondió que
si. Le dijimos: ‘¿Y cómo sabíais aquello?’ Dijo: ‘Su
barba se movía’.
VI
Mirar hacia el cielo durante el
salat
432.
Anas bin Mâlik relató que el Profeta
(B y P) dijo: «¿Qué pasa con aquellos que elevan
la mirada al cielo durante el salat?» su hablar se
hizo más áspero hasta que dijo: «Esos deben de-
jar de hacerlo porque sino lo hacen se les quitará
la vista».
VII
Desviar la vista hacia los cos-
tados durante el salat
433.
‘Âisha dijo: ‘Pregunté al Mensajero de
Dios (B y P) sobre desviar la vista hacia los lados
durante el salat. El respondió: «Es una forma de
robo, a través de la cual Satán roba de la oración
del siervo»’.
VIII
La recitación del Fâtiha es
obligatoria para el imâm y los
orantes en todas las oraciones
434.
Ÿâbir bin Samura relató que la gente de
Al-Kufa se quejó de Sa‘d ante ‘Umar y él lo desti-
tuyó y designó en su lugar a ‘Ammâr como gober-
nador. Ellos presentaron diversos reclamos contra
Sa‘d; incluso alegaron que no rezaba apropiada-
(1) Su kunya era:
Abû ‘Abdullah
. Fue vendido como
esclavo en Makka y fue tal vez la sexta persona en islami-
zarse. Fue duramente castigado y torturado por los qu-
rayshíes de Makka. Emigró a Medina y allí participó en
todas las batallas del Profeta (B y P). Los sahabas lo respe-
taban mucho. Murió en Kûfa en el año 37H.
mente. ‘Umar lo mandó llamar y le dijo: ¡Abû Is-
hâq! Esta gente alega que tú no sabes rezar pro-
piamente. Sa‘d dijo: ¡Por Dios! Yo rezaba con ellos
según la oración del Mensajero de Dios (B y P),
no le quitaba nada. Solía alargar las dos prime-
ras rakát del salat del ‘ishá» y solía acortar las dos
últimas. ‘Umar dijo: ‘Es lo que pensé de ti Abû
Ishâq’ y mandó con él un hombre o varios hom-
bres hasta Al-Kufa para que pregunten sobre él a
la gente. A llegar fueron por todas las mezquitas
preguntando sobre Sa‘d y en todas ellas lo elogia-
ban bien; hasta que llegaron a la mezquita de los
Banu ‘Abs. Allí se levantó un hombre al que le di-
cen Usâma Ibn Abi Qatâda, de sobrenombre Abû
Sa‘da, y dijo: ‘Como nos habéis puesto bajo jura-
mento os diré que Sa‘d nunca salió con los ejérci-
tos, nunca distribuyó correctamente los botines y
nunca fue justo en sus veredictos’. Sa‘d dijo: ‘¡Por
Dios! Hago tres invocaciones: ¡Oh Dios! Si este
Tu siervo está mintiendo y se levantó sólo por ex-
hibirse y ganar protagonismo, dale una larga vida,
aumenta su pobreza y expónlo a las tentaciones’.
Y así sucedió. Después, cuando se preguntaba a
ese hombre cómo estaba, respondía que era un
pobre viejo sufriendo a causa de la maldición de
Sa‘d. Ÿâbir relató que después vio al hombre y sus
cejas colgaban cubriendo sus ojos por la vejez y
se dedicaba a molestar y acosar a las niñas en las
calles.
435.
‘Ubâda Ibn Al-Sâmit relató que el Men-
sajero de Dios (B y P) dijo: «A los que no recitan
Al-Fâtiha del Corán en su salat, su salat les será
inválido.»
436.
Abû Huraira relató que el Mensajero de
Dios (B y P) entró a la mezquita y un hombre en-
tró después. El hombre rezó y luego fue a saludar
al Profeta (B y P); el Profeta (B y P) respondió su
saludo y le dijo: «Vuelve a rezar, pues tú no has
rezado». El hombre volvió y rezó como lo había
hecho y retornó donde el Profeta (B y P) estaba
y le saludó; el Profeta (B y P) le dijo: «Vuelve a
rezar, pues tú no has rezado» tres veces. El hom-
bre dijo: ‘¡Por el que te mandó con la Verdad! No
se rezar de otra manera ¡Enséñame!’ El Profeta
(B y P) le dijo: «Si te levantas para el salat pro-
nuncia el takbîr, luego recita lo que puedas del
Corán. Luego, te inclinas hasta estabilizarte en la
inclinación; luego yérguete hasta que te estabili-
ces erguido; luego prostérnate hasta que te esta-
bilices en la prosternación. Luego, siéntate hasta
que te estabilices sentado. Hazlo así en todas tus
oraciones».