Page 93 - Sahih Al-Bujari

Basic HTML Version

93
Oficina de Cultura y Difusión Islámica • Argentina
Sahîh Al-Bujârî
VIII
Cuando arrecia el viento
557.
Anas bin Mâlik relató que, cada vez que
arreciaba el viento, la ansiedad aparecía en el ros-
tro del Profeta (B y P) (temiendo que sea la furia
divina).
IX
Las palabras del Profeta (B y P):
«Se me dio la victoria con el
saba
(viento del este)»
558.
Ibn ‘Abbâs relató que el Profeta (B y P)
dijo: «Se me dio la victoria con el Saba (viento del
este) y ‘Ad fue destruido con Al-Dabúr (viento del
oeste)».
X
Lo que se dice sobre los terre-
motos y otras señales (del Día
del Juicio)
559.
Ibn ‘Umar relató que el Profeta (B y P)
dijo: «¡Oh Dios! Bendícenos en Shâm (la ‘Gran Si-
ria’) y en el Yemen». (Los sahabas) Dijeron: ‘¿Y en
Al-Naÿd (Zona central de la Península Arábiga)?’
Dijo: «¡Oh Dios! Bendícenos en Shâm (la ‘Gran
Siria’) y en el Yemen». Dijeron: ‘¿Y en Al-Naÿd?’
Dijo: «Allá habrá terremotos y atribulaciones. Y
de allí surgirá la cabeza de Satán».
XI
Nadie sabe cuándo vendrá
la lluvia sino Dios Altisimo
(ta‘âla)
560.
Ibn ‘Umar también dijo: ‘El Mensajero de
Dios (B y P) dijo: «Las llaves de lo Oculto son cin-
co; nadie las conoce sino Dios. Nadie sabe lo que
ocurrirá mañana; nadie sabe lo que encierran los
úteros; nadie sabe lo que obtendrá mañana; nadie
sabe dónde morirá y nadie sabe cuándo lloverá»’.
16. El Libro de los Eclipses
I
El salat durante un eclipse so-
lar (salât al-kusûf)
561.
Abû Bakra dijo: ‘Estabamos con el Men-
sajero de Dios (B y P) y sobrevino un eclipse de
sol. El Profeta (B y P) se arropó bien hasta que
entró en la mezquita y entramos nosotros. Rezó
dirigiéndonos dos rak‘ât hasta que terminó el
eclipse. Y dijo: «El sol y la luna no eclipsan por la
muerte de nadie. Si veis un eclipse rezad y rogad,
hasta que se aclare el eclipse»’.
En otra versión dice: «Dios atemoriza a Sus
siervos con los eclipses».
Este hadiz sobre el eclipse se repite mucho; en
una versión del relato de Al-Mugîra bin Shu‘ba
dice: ‘Hubo un eclipse de sol en la época del Men-
sajero de Dios (B y P), el día que murió Ibrahîm
(su hijo). La gente dijo: ‘El eclipse es por la muer-
te de Ibrahîm’. El Mensajero de Dios (B y P) dijo:
«El sol y la luna no se eclipsan por la muerte de
nadie ni por su vida. Si los veis en eclipse rezad y
rogad a Dios»’.
II
La limosna (al-sadaqa) durante
el eclipse
562.
‘Âisha dijo: ‘Hubo un eclipse solar en la
época del Mensajero de Dios (B y P). El Mensa-
jero de Dios (B y P) dirigió a la gente en el salat.
Estuvo de pie por largo tiempo; luego se inclinó
y alargó el rukû‘. Luego se irguió y estuvo ergui-
do por largo tiempo, pero menor que el primer
tiempo erguido. Luego se inclinó y alargó el rukû‘,
pero menos que el primero. Luego se prosternó y
alargó el suÿûd. Luego, en la segunda rak‘a hizo lo
mismo que en la primera. Luego terminó el salat,
y el eclipse ya había terminado. Luego se levan-
tó y se dirigió a la gente, alabó y glorificó a Dios
y dijo: «El sol y la luna son señales de las señales
de Dios. No se eclipsan por la muerte ni la vida
de nadie. Si veis los eclipses rogad a Dios; pro-
nunciad el takbîr y rezad, y dad limosnas». Luego
dijo: «¡Gente de Muhammad! ¡Por Dios! No hay
nadie más digno que Dios, por eso prohibió que
Sus siervos o siervas forniquen. ¡Gente de Muha-
mmad! Si supierais lo que yo se reiríais poco y llo-
raríais mucho»’.