MIME-Version: 1.0 Content-Type: multipart/related; boundary="----=_NextPart_01CCC496.305BC1C0" This document is a Single File Web Page, also known as a Web Archive file. If you are seeing this message, your browser or editor doesn't support Web Archive files. Please download a browser that supports Web Archive, such as Windows® Internet Explorer®. ------=_NextPart_01CCC496.305BC1C0 Content-Location: file:///C:/8269548E/Principios_Coran.htm Content-Transfer-Encoding: quoted-printable Content-Type: text/html; charset="windows-1252"
Contents |
Principios Básicos Para La Comprensión=
Del
Corán |
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EN EL NOMBR=
E DE
DIOS, EL CLEMENTE, EL MISERICORDIOSO
El tema del Sagrado Corán, ha constituido a lo largo de la historia=
el
tema central para cualquier estudio serio y profundo del Islam.
Siendo el sagrado Corán la fuente principal de la legislación islám=
ica,
es natural que muchos musulmanes y otros investigadores se hayan preocupado=
en
profundizar en el tema bajo diferentes ángulos de vista.
Todo esfuerzo en esta cuestión sería corto por la extensión de la
asignatura y por su permanente desarrollo y exégesis.
En este marco, el Centro Islámico en España, siguiendo su trayector=
ia
tradicional, presenta a sus queridos lectores el presente libro dentro de la
amplia gama de trabajos representativos de la intelectualidad islámica.
Tenemos la esperanza de que esta obra elegida sea de provecho y
utilidad para todos nosotros.
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INTRODUCCIÓN
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Al escribir esta introducción al ‘‘Estudio del
Corán’’, me animan dos objetivos. =
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Primeramente, quiero dar a conocer al lector aquellos elementos que=
le
ayudarán a penetrarse en el significado del Corán. Puesto que si no llega a
aprender su significado, probablemente se convertirá en un obstáculo para
profundizar en su significado y en su espíritu.
En segundo lugar, quiero responder de antemano a algunas de las
cuestiones que surgen a menudo durante el estudio del Corán. Me he limitado=
a
cuestiones que afloraron a mí propiamente, cuando comencé mi estudio crítico
del Corán, y a las que fueron surgiendo en el curso del mismo.
Abu Al-A’la Al-Maududi<= o:p>
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PROLOGO
Sin el conocimiento de los fundamentos del Corán, la comprensión de=
los
fines, tesoros, legislaciones y enseñanzas del Islam sería una tarea
humanamente imposible.
El eminente erudito, profesor Abu Al-A'la Al Maududi; nacido en
Pakistán e1 25-9-1903 (D. C), y muerto el 22-9-1979, (¡Que Dios le conceda =
su
perdón y misericordia!), es el autor de esta publicación que sirvió de
introducción a su monumental obra “El Significado del Corán”, en la cual ha=
ce
una brillante exégesis, conforme a la más estricta ortodoxia islámica.
Además, hemos incluido al final de este libro, la explicación de la
Sura Al-Fatiha (La Apertura), extraída y traducida al castellano del mismo
libro “El Significado del Corán”, con el texto original en árabe, su fonéti=
ca y
la traducción de su significado.
Rogamos a Dios -alabado sea- que conceda su beneplácito a nuestro
profesor Al Maududi y le otorgue el Paraíso como recompensa.
Rogamos también a Dios -loado sea- que los tesoros intelectuales, q=
ue
el autor nos legó en sus obras, pesen en su favor en la Balanza de la Justi=
cia
Divina, y sean antorcha para los creyentes en esta vida.
Imploremos a Dios que le otorgue la mejor recompensa.
A Dios retornamos.
Dios es el más grande y a El pertenece la excelsitud.
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EL CORÁN: ¡UN LIBRO ÚNICO!
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Antes de empezar el estudio del Corán, debemos tener presente que e=
s un
libro único (Sin Igual), completamente diferente de todos los libros
convencionales -información, ideas y argumentos sobre temas específicos con
arreglo literario. Por ello, un lego en la materia se desconcierta al no ha=
llar
anunciados los temas, capítulos y selecciones conforme a un orden convencio=
nal,
o tratados separadamente. Por el contrario, los diferentes aspectos de la v=
ida
son tratados de una manera completamente diferente. El Corán trata de
creencias, instrucciones morales, estatutos y leyes, advierte a los incrédu=
los,
exhorta a los seres humanos a abrazar la Fe Islámica.
Expone enseñanzas de eventos históricos, amonesta, anuncia las buen=
as
nuevas, y todo ello mezclado de una hermosa manera. El mismo tema se repite=
de
modos diferentes y un asunto sigue a otro sin ninguna conexión aparente, A
veces un tema nuevo aparece en medio de otro sin razón obvia. El orador y el
interlocutor y la dirección a que se dirigen, cambian inopinadamente. Los
sucesos históricos no son presentados como en los textos históricos a la ma=
nera
del humano historiador. El tratamiento de los problemas de la Filosofía y la
Metafísica difiere de los textos consagrados, por el hombre, a estas materi=
as.
El ser humano y el universo son considerados en un lenguaje diferente del
empleado en las ciencias naturales. Igualmente es original en su método para
resolverlos problemas culturales, políticos, sociales y económicos.
Los principios y mandatos de la ley son tratados de modo totalmente
diferente al de los sociólogos, legisladores y juristas. La moral es anunci=
ada
y predicada de una manera que no tiene paralelo en toda la literatura acerca
del tema.
Por ello, el lector desprevenido considera el texto coránico con id=
eas
preconcebidas, y al no hallarlo convencional, desconcertase y lo juzga
incoherente, sin orden en sus versículos o continuidad en el tema. Como
resultado de esa falta de iniciación en el texto del Corán, sus detractores=
se
atreven a elaborar falaces y disparatadas objeciones. Ello a veces, llega a
perturbar a alguno de sus modernos seguidores que, para liberarse de dudas,=
se
amparan en extrañas consideraciones. Eluden la elucidación de la cuestión
elaborando sorprendentes elucubraciones, para tranquilizarse. A veces inten=
tan
crear conexiones artificiales entre los versículos y llegan a aceptar inclu=
so
la concepción -forjada por los detractores- de que no hay coherencia ni ord=
en
en los temas y, por ende, los versículos aislados de su contexto dan lugar a
confusión en la apreciación de su significado.
Esto sucede cuando el lector inadvertido no toma en consideración el
carácter Único y Sin Igual de la Revelación de Dios contenida en las Suras y
versículos coránicos.
Para penetrarse en la Revelación Coránica, toda idea preconcebida al
respecto del estilo, método y orden, así como la concepción de lo que debe =
ser
un libró de "religión", deben ser desechadas. Sin prejuicios podrá
penetrarse en su esencia y aprovechará enriqueciendo su alma con un tesoro
único e incalculable.
El lector iniciado en el conocimiento del Corán estará a salvo de
cualquier apreciación falsa. Pues estará advertido de su carácter absolutam=
ente
único y original. Sabedor de su carácter de guía Sin Igual sin parangón por
tanto, como todos los libros, prescindirá de las engañosas e insidiosas ide=
as
preconcebidas. Sólo así podrá alcanzar él pleno y cabal conocimiento del Co=
rán
y penetrarse en el Mensaje Luminoso del Islam.
Preciosos auxiliares para desentrañar la Verdad Coránica serán el
conocimiento de su auténtica naturaleza, su idea central, su meta y tema. A=
sí
mismo el estilo, términos y métodos, ambiente y circunstancias (o contexto
histórico) deben ser tenidos bien presentes para penetrarse en sus evidenci=
as.
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GUÍA DIVINA
Penetrado en la real naturaleza del Corán, independientemente de su
creencia, el lector tendrá que considerar como punto de partida, la afirmac=
ión
de que el Corán y su mensajero Muhammad (la paz y las bendiciones de Dios s=
ean
con él) representan la Guía Divina.
El Señor del Universo, su Creador, Señor Soberano, creó al hombre y=
le
concedió la facultad del conocimiento, de hablar, entender y discernir lo r=
ecto
de lo errado y lo bueno de lo malo. Dotó al hombre de libre albedrío,
responsabilidad, libertad de acción y le dio autoridad para disponer y util=
izar
las cosas que lo rodean. o sea, le acordó una especie de autonomía,
estableciéndolo en la tierra como su vicario e instruyéndolo a tal fin para=
que
viva de acuerdo con su Guía.
Al designar al hombre como su vicario en la Tierra, Dios le advirtió
muy claro y precisamente en cuanto a su misión y posición en la vida terren=
al y
a su relación con El, como si le hubiere dicho: -" Yo soy tu Amo, y
Soberano y el del Universo. Por tanto sólo a Mi debes adoración. Has sido
enviado a la Tierra con ciertos poderes y por un período determinado de tie=
mpo,
y para ser probado. Después regresarás a Mi. Entonces juzgaré tus obras. El
recto camino es aceptarme y adorarme a Mí y comportarte conforme a la Guía =
que
yo concederé.
Debes vivir en la Tierra con la firme convicción que es tan solo el
escenario para tu prueba. Tu objetivo real en tu vida, mundanal consiste en
salir victorioso después de tu muerte y resurrección en el Juicio Final, por
tanto, cualquier otro camino diferente u opuesto a la Guía Divina será erró=
neo.
Si adoptas el primer camino (y tienes entera libertad para hacerlo) consegu=
irás
paz y tranquilidad en este inundo y ganarás la Morada de la dicha y alegría=
eterna
en el Otro Mundo, a donde tendrás que regresar, y si sigues cualquier otra
dirección y eres completamente libre de hacerlo, si lo escoges, incurrirás =
en
Mi desagrado en este mundo y en el sufrimiento y aflicción eternas en el Más
Allá, en donde serás arrojado al abismo del infierno".
Después de esta advertencia, el Señor del Universo envió a Adán y
Eva-la paz de Dios sea con ellos- a la Tierra y les acordó una Guía de acue=
rdo
con la cual ellos y sus descendientes debían vivir en la vida. Esa Guía era=
el
Islam (sumisión a la Ley de Dios).
Mas, la Guía fue desvirtuada. La negligencia y la iniquidad asoció =
al
Creador copartícipes y atribuyeron a la Divinidad otros atributos. Se hundi=
eron
en sectarismos y supersticiones teorías y falaces filosofías adulterando la
Verdad del Creador. La corrupción minó sus almas y los cimientos de la
sociedad. Descartados, los principio de lo Alto, la concupiscencia minó la
Tierra sembrando el Caos y la iniquidad.
El manifiesto extravío de los humanos es el resultado de su rebeldí=
a ya
que Dios los creó dotados de discernimiento y voluntad. En materia de relig=
ión,
no hay imposición (Dios exhorta e insta al hombre a la aceptación voluntari=
a de
la Ley). Su rechazo proviene de su libre albedrío. Así como su sumisión. Ha=
biendo
creado al hombre dotado de discernimiento y libre voluntad. El Creador, en =
las
épocas sucesivas, envió a sus Mensajeros para alertar e instar al ser human=
o a
la práctica del Bien. Sus sucesivos Enviados creyeron y predicaron en
diferentes épocas y regiones; miles de ellos Fueron Sus Mensajeros durante
milenios. Todos predicaron y practicaron una sola Fe basada en la unicidad =
de
Dios, y en la aceptación de la Revelación que evidencia y discrimina lo rec=
to
de lo errado-, el bien del mal: -Los principios fundamentales y eternos,
establecidos por el Creador del Universo.
La prédica de los mensajeros tenía como misión al hombre para
organizarse en el marco de una comunidad justa sometida a los mandatos del
Creador, condición sine qua non para su felicidad en este mundo y su salvac=
ión
eterna, ya que el hombre fue creado perfectible y sólo puede alcanzar la
salvación organizando una sociedad que le permite hacer vigente la Ley de D=
ios,
y evitando su tergiversación y trasgresión. En las épocas más distantes y d=
iversas,
los sucesivos Enviados trasmitieron la Guía. Mas, lamentablemente, gradualm=
ente
todos los valores fueron falseados, desacatados o combatidos.
Como sello de la Revelación, el Señor envió al último de sus
mensajeros: -el Profeta Muhammad (la paz y la bendición de Dios sean con él=
).
Muhammad extendió su prédica a todos los seres humanos. Instó, exho=
rtó,
predicó, organizó y ordenó la comunidad de los creyentes que aceptaron su
mensaje.
Esa comunidad se organizó y se ordenó estableciendo un sistema u or=
den
de vida conforme a la Guía del Señor.
El Corán, revelado al Profeta Muhammad (la paz y bendición sean con=
él)
es el libro que atesora esa Exhortación y Guía del Creador del Universo.
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EL TEMA CENTRAL
El tema, meta y objetivo del Corán es la Revelación Divina para
permitir la perfección del ser humano, su salvación y su bienaventuranza et=
erna
en la otra vida (después de su muerte y resurrección).
El Tema Central es la exhortación al camino Recto. Reitera que su
mensaje y Guía es similar al que Dios acordó al hombre desde Adán y a sus
sucesivos enviados. Delimita de manera indudable el camino del Bien y el
sendero del Mal. y ejemplariza amonestando al hombre para su felicidad y
salvación.
Reiteramos que para el estudioso advertido, la meta y objetivo del
Corán, es sin duda alguna la salvación del ser humano. Inspirada por Dios, =
así
se manifiesta la trabazón entre sus diversos asuntos y materias, así como su
estilo y el desarrollo del tema central y su meta.
El Corán es Guía para la humanidad. Expone la realidad para que el
hombre se perfeccione y se salve, eliminando los malentendidos y las
concepciones erradas. Por ello, al considerar la Creación de la tierra, de =
los
cielos, o del hombre, o al mencionar un hecho histórico; al criticar credos,
reglas morales, acciones y comunidades, lo hace teniendo presente el punto =
que
es valioso para alcanzar su Meta y objetivo, dejando de lado los detalles
irrevelantes o innecesarios.
El Corán contemplado a la luz de tales consideraciones aparece con
claridad meridiana como un texto que en su totalidad es un argumento
rigurosamente razonado cuya continuidad, en su contenido, es manifiesto a lo
largo de todos sus capítulos y versículos.