MIME-Version: 1.0 Content-Type: multipart/related; boundary="----=_NextPart_01CCC4D5.E2A739B0" This document is a Single File Web Page, also known as a Web Archive file. If you are seeing this message, your browser or editor doesn't support Web Archive files. Please download a browser that supports Web Archive, such as Windows® Internet Explorer®. ------=_NextPart_01CCC4D5.E2A739B0 Content-Location: file:///C:/49CC4612/Zakah_y_Ayuno2.htm Content-Transfer-Encoding: quoted-printable Content-Type: text/html; charset="windows-1252"
Contents |
El
Zakâh y El Ayuno |
Principios=
y
Preceptos Importantes Que No Todos Los Musulmanes Conocen |
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NOTA DEL EDITOR
Alabado sea
Allah Creador del universo. La paz y las bendiciones de Allah sean con el
Profeta Muhammad con
su familia, compañeros, y todos aquellos que sigan sus pasos hasta el Día d=
el
Juicio Final.
Presentamos
este ensayo sobre el Zakâh y el Siâm con el anhelo de despert=
ar
en los musulmanes la conciencia acerca de la importancia de estos dos pilar=
es
del Islam que armonizan la vida social e individual de los creyentes.
Que Allah&n=
bsp;
recompense a todos aquellos que participaron en la preparación y publicació=
n de
este libro.
Muhammad Ab=
dul
Muhsin Al Tuwaijri
Internation=
al
Islamic Publishing House
Riyadh, Sau=
di
Arabia
=
=
=
=
En el nombre de Allah, Clemente,
Misericordioso
EL ZAKÂH[1][1]
Alabado sea
Allah, la única divinidad. La paz y las bendiciones de Allah sean con el
Profeta Muhammad, su familia y compañeros.
Lo que me
impulsó a escribir este breve ensayo fue el gran deseo de exhortar a los
musulmanes a que paguen el zakâh y cumplan con esta importante
obligación. En la actualidad, el zakâh es descuidado por muchos
musulmanes que no respetan las condiciones legales establecidas para su pag=
o, a
pesar de saber que es uno de los cinco pilares del Islam y que sin su
cumplimiento la religión del musulmán no está completa.
El Profeta =
dijo:
“El Islam está construido sobre cinco pilares: El testimonio de que no h=
ay
divinidad con derecho a ser adorada más que Allah y que Muhammad es el
Mensajero de Allah, la observancia de la oración, el pago del zakâh, el ayu=
no
del mes de Ramadán y la peregrinación a la Casa Sagrada.’’ Hadîz Sahîh[2][2]
El
zakâh es uno de los preceptos más claros que evidencian la nobleza d=
el
Islam y su interés por el bienestar de quienes lo profesan. Cumplir con este
pilar del Islam tiene muchos beneficios, ya sea para quienes lo pagan como =
para
los pobres que lo reciben.
=
El
zakâh enriquece y purifica el alma del creyente apartándola de la
avaricia y el egoísmo y embelleciéndola con las virtudes de la nobleza, la
generosidad y la solidaridad.
Dice
Allah en
el Sagrado Corán:
=
(Toma
[¡Oh, Muhammad!] de sus bienes una limosna [zakâh] para expurgarles y
purificarles con ella.) [El arrepentimiento 9:103]
=
Allah =
bendice y agracia a quienes pagan el zakâh concediéndoles prosperida=
d en
esta vida y duplicándoles la recompensa en la otra.
Allah =
dice:
(Di [¡Oh,
Muhammad!]: Ciertamente mi Señor concede abundante sustento a quien quiere =
de
Sus siervos y se lo restringe [a quien Le place]. [Y sabed que] Todo lo que
deis en caridad Él os lo restituirá, pues Él es el mejor de los sustentador=
es.)
[Los sabeos 34:39]
El
Profeta dijo
en un Hadíz Qudsi[3][3]: “Allah
dice: “¡Oh, hijo de Adán! Sé caritativo con los demás que Nosotros lo serem=
os
contigo.”
Allah =
advierte severamente a quien por avaricia no paga el zakáh o paga me=
nos
de lo debido, y dice:
(¡Oh,
creyentes! En verdad muchos de los rabinos y monjes se apropian sin derecho=
de
los bienes de los hombres y les desvían del sendero de Allah. A aquellos que
atesoren el oro y la plata, y no contribuyan por la causa de Allah anúncial=
es
[¡Oh, Muhammad!] un doloroso castigo. El Día del Juicio lo que atesoraron se
tornará incandescente por el fuego del Infierno, y sus frentes, sus costado=
s y
sus espaldas serán marcados con ello. [Y se les dirá:] Esto es lo que
atesorasteis, sufrid ahora su castigo.)
[El arrepentimiento 9:34,35]
Todo poseed=
or
de riquezas que no pague el zakâh correspondiente por ellas será
castigado el Día del Juicio.
El
Profeta
dijo: “Quien posea oro o plata y no pague el zakâh correspondiente por e=
llo
será golpeado el Día de la Resurrección con láminas ardientes que serán
calentadas con el fuego del Infierno. Sus costados, su frente y su espalda
serán cauterizados con ellas. Cada vez que éstas se enfríen serán recalenta=
das
nuevamente y se le volverá a golpear con ellas durante un día cuya duración
será de cincuenta mil años. Así hasta que se juzgue entre los siervos y
entonces sepa si su destino será el Paraíso o el Infierno.”
Luego =
aclaró que este Hadîz[4][4] abarca también los dueños de
camellos, vacas u ovejas que no paguen el zakâh correspondiente por
ellas. Hadîz Sahîh
También fue
transmitido en otro Hadîz Sahîh que el Profeta
dijo: “A quien Allah le conceda riqueza y no pague el zakâh por ella, el=
Día
del Juicio se le aparecerá una serpiente repulsiva con dos manchas sobre sus
ojos que se le enroscará alrededor del cuello y le dirá: Yo soy tus riqueza=
s,
yo soy lo que atesoraste.” Luego
recitó la siguiente aleya:
|
(Que no cre=
an
los que mezquinan lo que Allah les ha concedido por Su gracia que es un bien
para ellos. Al contrario, es un mal. Todo lo que escatimaron lo tendrán
alrededor del cuello el Día del Juicio. A Allah pertenece la herencia de cu=
anto
hay en los cielos y la tierra. Allah está bien informado de lo que hacéis.{=
[La
familia de ‘Imrân 3:180]
El zakâh se extrae de los
siguientes bienes: los granos y frutos que da la tierra, el oro y la plata,=
el
ganado que pace suelto y las mercancías. Éstos bienes deben alcanzar una
cantidad mínima determinada llamada nisâb a partir de la cual se debe
pagar el zakâh, de lo contrario el zakâh no es obligatorio.
El nisâb del grano y los fruto=
s es
de cinco uasaq. El uasaq equivale a sesenta sâ‘, y cad=
a sâ‘
son cuatro puñados que se miden llenando las dos manos a la vez de un hombr=
e de
contextura mediana. Es decir que el nisâb establecido por el
Profeta para
dátiles, pasas, trigo, arroz, cebada y similares es de trescientos sâ‘=
i>.
Si el cultivo es irrigado naturalmente
por las lluvias, los ríos u otro medio sin costo alguno, se debe pagar el 1=
0 %.
Si el riego implica algún costo, como=
por
ejemplo la utilización de norias o bombas hidráulicas, se debe pagar sólo e=
l 5
%. Así nos lo fue transmitido del Profeta en
un Hadîz Sahîh.
En cuanto al nisâb de los
camellos, vacas y ovejas, el mismo está especificado detalladamente en l=
os
Ahâdîz que nos han sido transmitidos del Mensajero de Allah
referente al tema.
Cabe aclarar que de no haber sido que=
me
propuse tratar brevemente el tema habría mencionado el nisâb de cada
clase de ganado para mayor provecho. Quien esté interesado en conocerlo no
tiene más que preguntar a los juristas islámicos.
El nisâb de la plata es de 600
gramos y el del oro de 90 gramos.
Quien posea esta cantidad de oro y/o
plata durante un año, debe pagar el 2,5%.
En cuanto al incremento que puedan
experimentar los bienes que alcanzan el nisâb durante el año que debe
transcurrir, no es condición que pase un nuevo año para pagar el zakâh=
i>
por ello sino que al concluir el año de la propiedad inicial, el zakâh=
i>
se debe pagar por el total. De igual forma se calcula el zakâh del
ganado, es decir que no se debe esperar que transcurra un nuevo año para pa=
gar
el zakâh por las crías sino que al concluir el año del número de cab=
ezas
original se debe calcular el zakâh sobre el total de cabezas.
Lo mismo que se aplica al oro y a la
plata se aplica al papel moneda que se usa en la actualidad, ya sea que se
llame dirham, dinar, dólar o tenga otro nombre, siempre que su valor alcanc=
e el
nisâb de la plata o del oro y transcurra el año.
Lo mismo ocurre con las alhajas de or=
o y
plata, ya sea que estén destinadas al uso personal, al ahorro o al comercio=
.
El Profeta
dijo: “Quien posea oro o plata y no pague el zakâh correspondiente por e=
llo
será golpeado el Día de la Resurrección con láminas ardientes...” El re=
sto
del Hadîz ha sido mencionado anteriormente.
En otro Hadîz se narra que el
Profeta le preguntó a una mujer que vestía dos
brazaletes de oro: “¿Pagas el zakâh por ellos?’’ La mujer le respond=
ió:
No. Entonces él le
dijo: “¿Acaso te gustaría que el Día del Juicio Allah te pusiese a causa=
de
ello dos brazaletes de fuego?” Y la mujer se quitó sus brazaletes y
exclamó: Ahora son para Allah y Su Mensajero.
También fue trasmitido que Umm Sal=
amah
solía ponerse joyas de oro y le preguntó al Profeta al
respecto: ¡Oh, Mensajero de Allah! ¿Acaso Allah me castigará si no pago el =
zakâh
por mis joyas? Y el Profeta
respondió: “Quien pague el zakâh por sus bienes cuando corresponda no se=
rá
castigado.”
En cuanto a las mercancías, las misma=
s se
deben valorizar al final del año y pagar por ellas el 2,5% del valor total,
indiferentemente sea éste igual, inferior o superior al valor original.
Esto es debido a que Samurah =
en un Hadîz que narra dice: “El Mensajero de Allah nos
ordenaba pagar el zakâh de todos los bienes que disponíamos para el
comercio.”
Lo mismo ocurre con los terrenos, los
edificios, los vehículos y cualquier otra clase de bienes dispuestos para el
comercio.
En cuanto a los inmuebles en alquiler=
, el
zakâh se paga sobre los alquileres obtenidos después de transcurrido=
el
año, no sobre el valor del inmueble. Con respecto a los vehículos que son de
uso personal no se paga zakâh por
ellos.
=
[1][1] Contribución social obligatoria que deben pag=
ar
los musulmanes ricos sobre sus bienes para ser distribuida entre los pobres=
.
Para q=
ue
los bienes de un musulmán sean deducibles tienen que reunir dos condiciones=
: 1-
El nisâb que es el mínimo imponible a partir del cual se deduce el zakâh=
.
2- El haul que es el tiempo de tenencia, es decir el período que se
cuenta para deducir el zakâh y consiste en doce meses lunares.
=
[2][2] Hadîz transmitido=
por
una cadena continua de narradores fidedignos.
=
[3][3] Dicho de Allah re=
latado
por el Profeta que no pertenecen a la revelación divina del Sagrado
Corán.
=
[4][4] Término con el qu=
e se
designa todo dicho, acto y aprobación del Profeta Muhammad transmitido como una tradición profética. Plural Ahâ=
dîz