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Oficina de Cultura y Difusión Islámica • Argentina
Sahîh Al-Bujârî
Medina. Cuando quedó un solo vestido muy fino,
uno de los presentes dijo: ‘¡Emir de los creyentes!
Dale este vestido a la hija del Mensajero de Dios
(B y P) que está contigo’ refiriéndose a Umm Kul-
zûm, la hija de ‘Alî. ‘Umar dijo: ‘Umm Salít tiene
más derecho a él. Umm Salít es una de las mujeres
ansâríes que juró fidelidad al Mensajero de Dios
(B y P) ‘; y agregó: ‘Ella nos traía agua en los odres
el día de Uhud’.
XXXI
Las mujeres tratando a los he-
ridos en las batallas
1245.
Al-Rubayyi’ bint Mu‘awwidh relató:
‘Solíamos participar en las batallas del Profeta
(B y P): Repartíamos agua, les atendíamos y lle-
vábamos a los heridos y los muertos a Medina’.
XXXII
La vigilancia en las batallas y
en la causa de Dios
1246.
‘Âisha dijo: ‘El Profeta (B y P) había es-
tado en vigilia como centinela; cuando llegaron
a Medina dijo: «Me gustaría que un hombre pia-
doso de mis sahabas me guarde esta noche». De
pronto oímos el ruido de las armas; el Profeta
(B y P) dijo: «¿Quién es este hombre?» El hom-
bre dijo: ‘Soy Sa‘d bin Abi Waqqâs que he venido
a guardar tu persona’. Es así que el Profeta (B y P)
durmió esa noche’.
1247.
Abû Huraira relató que el Profeta (B y P)
dijo: «¡Que perezca el esclavo del dinar, el esclavo
del dirham y el esclavo del lujo! Si se les da están
contentos y si no se les da se enfurecen. ¡Qué pe-
rezca y que caiga nuevamente! Y si se le clava una
espina que no encuentre quien se la quite.
Tuba
(lo mejor de todo) sea para aquél que sujeta las
riendas de su corcel por la causa de Dios; con su
pelo enmarañado y sus pies llenos de polvo: Si se
lo designa a la vanguardia está satisfecho con su
puesto; y si se lo designa a la retaguardia acepta su
puesto. (Es tan humilde y simple que) si pide per-
miso no se le concede y si intercede por alguien
no se acepta su intercesión» .
(1) Esta característica es propia de la gente que no tie-
ne interés alguno en lo mundanal; es la gente que no pone
XXXIII
El servicio durante el combate
1248.
Anas bin Mâlik dijo: ‘Salí con el Men-
sajero de Dios (B y P) hacia Jaybar (en campaña
militar) para servirle. Cuando retornaba el Pro-
feta (B y P) y se le hizo visible Uhud dijo: «Esta
montaña nos quiere y la queremos»’.
1249.
Anas bin Mâlik relató: ‘Estabamos con
el Profeta (B y P) (en un viaje). La única sombra
de la que disponíamos era la de nuestra propia
vestimenta. Los que habían ayunado no pudieron
hacer nada. En cambio los que no habían ayuna-
do arreaban los camellos y trajeron en ellos agua
y trataron a los dolientes. El Profeta (B y P) dijo:
«Los que no ayunaron se llevaron toda la recom-
pensa hoy»’ .
XXXIV
La superioridad de un día de
Ribát  por la causa de Dios
1250.
Sahl bin Sa‘d Al-Sâ‘di relató que el Men-
sajero de Dios (B y P) dijo: «Un día de Ribât en
la causa de Dios vale más que el mundo y todo lo
que hay en él; y el espacio que pueda ocupar uno
de vuestros látigos en el Paraíso es mejor que el
mundo y todo lo que hay en él. Una marcha, de
mañana o de tarde, que hace un siervo por la cau-
sa de Dios es mejor que el mundo y todo lo que
hay en él».
mucho interés en los asuntos materiales y su ambición se
centra en ganar el Paraíso y la complacencia de Dios.
(2) Esto no es sino una expresión en referencia a que
los que no ayunaron hicieron un doble trabajo y por lo
tanto su recompensa sería mucho mayor a la de los ayu-
nantes que no pudieron hacer nada, aunque seguramen-
te fueron recompensados por sus intenciones y salida en
campaña.
(3) Esta palabra designa al servicio de defensa y vigi-
lancia que se realizaba en los puestos y fortalezas situa-
das en fronteras hostiles a los musulmanes. La gente des-
tacada en tales puestos vivía en constante peligro de ser
atacada por los incrédulos. Los que servían en las fron-
teras eran llamados Al-Murâbitûn en árabe. Tal vez sea
ésta misma la procedencia del nombre (españolizado) de
los famosos “almorávides” de la España Musulmana, pues
ellos se originaron en las más lejanas fronteras del Islam
en el norte de Africa y por mucho tiempo rechazaron los
ataques de los cristianos sobre Andalucía, la más lejana
frontera del Islam en Europa.