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Oficina de Cultura y Difusión Islámica • Argentina
Sahîh Al-Bujârî
tros dos lo mató?» Y cada uno de ellos dijo: ‘Yo lo
maté’. El Profeta (B y P) dijo: «¿Habéis limpiado
vuestras espadas con algo?» Dijeron: ‘No’. Miró
las espadas y dijo: «Ambos lo habéis matado. Sus
pertenencias serán paraMu‘âdh bin ‘Amrû bin Al-
Ÿamûh». Los muchachos eran: Mu‘âdh bin ‘Afrâ’ y
Mu‘âdh bin ‘Amrû bin Al-Ÿamûh’.
XCVI
Lo que el Profeta solía dar a
los de corazones atraídos y a
otros, del jums y otras fuentes
1331.
Anas bin Mâlik dijo: ‘El Profeta (B y P)
dijo: «Yo doy a los quraysh para atraer sus cora-
zones pues su vida en la Ignorancia es aún recien-
te»’.
1332.
Anas bin Mâlik relató que unos ansâríes
dijeron al Mensajero de Dios (B y P), cuando Dios
dotó al Mensajero de Dios (B y P) con bienes de
Hawâzin y él empezó a dar a los hombres de Qu-
raysh de a cien camellos: ‘Que Dios perdone al
Mensajero de Dios (B y P); da a los qurayshíes y a
nosotros nos deja de lado, siendo que nuestras es-
padas aún gotean su sangre. El Mensajero de Dios
(B y P) fue informado de sus palabras; entonces
llamó a todos los ansâríes y los reunió bajo una
tienda de cuero a la cual no convocó a nadie más.
Cuando se reunieron todos el Mensajero de Dios
(B y P) vino y dijo: «¿Qué palabras son esas que
me han llegado de vosotros?» Los más entendi-
dos de los ansâríes dijeron: ‘¡Mensajero de Dios
(B y P)! Los más influyentes de nosotros no han
dicho nada». El resto del hadiz ya fue menciona-
do en su totalidad (Nro. 1673).
1333.
Ÿubayr bin Mut‘im relató que, mien-
tras volvía acompañando al Mensajero de Dios
(B y P) y a la gente de Hunayn, los beduinos ro-
dearon al Mensajero de Dios (B y P) pidiéndole
cosas hasta que lo forzaron a refugiarse bajo un
árbol de Samura y allí su ridá’ fue tomado por al-
guien. El Mensajero de Dios (B y P) se levantó y
dijo: «Devolvedme mi ridá’. Si tuviera tantos ca-
mellos como estos árboles los repartiría entre vo-
sotros; y no me encontraríais mezquino, ni men-
tiroso, ni cobarde».
1334.
Anas bin Mâlik relató: ‘Caminaba con el
Profeta (B y P) y él vestía una capa de Naÿrán con
un grueso doblado. Entonces, lo alcanzó un be-
duino y tiró de la capa con tanta fuerza que pude
ver la marca del doblado en el hombro del Profeta
(B y P) por la violencia del tirón. El beduino dijo:
‘Manda que se me dé de las propiedades de Dios
que tú tienes.’ El Profeta (B y P) se dio vuelta para
mirarlo; luego se rio y ordenó que se le dé algo.’
1335.
‘Abdullah dijo: ‘El día de Hunayn el Pro-
feta (B y P) dio preferencia a unas personas al re-
partir el botín. Dio a Al-Aqra’ bin Hábis cien ca-
mellos y a ‘Uyayna lo mismo. Dio también a los
nobles entre los árabes, dándoles preferencia ese
día. Un hombre dijo: ‘¡Por Dios! Esta distribu-
ción no fue justa’ o ‘no se hizo con la intención de
complacer a Dios’. Yo dije: ‘¡Por Dios! ¡Avisaré al
Profeta (B y P)!’ Fui ante el Profeta (B y P) y le in-
formé de lo dicho. El dijo: «¿Y quién será justo si
no es justo Dios y Su mensajero? ¡Que Dios tenga
misericordia de Mûsa! Se le dañó mucho más y
tuvo paciencia»’.
XCVII
Obtención de comida en el
campo de batalla
1336.
‘Abdullah bin ‘Umar dijo: ‘En nuestras
campañas militares solíamos capturar cantidades
de miel y uvas. Nos las comíamos y no se conser-
vaban’.
XCVIII
La ÿizia y las treguas tempora-
les con los incrédulos hostiles
1337.
Se relata de ‘Umar bin Al-Jattâb que
escribió a la gente de Basra un año antes de su
muerte: ‘Separad todas las parejas incestuosas de
los zoroastrianos’. ‘Umar no tomaba la ÿizia de los
zoroastrianos (
maÿûs
) hasta que ‘Abdu Rahmân
bin ‘Awf testificó que el Profeta (B y P) aceptó la
ÿizia de los zoroastrianos de Haÿar.
1338.
‘Amrû bin ‘Awf Al-Ansári, aliado de
los Bani ‘Amir bin Lu‘ayy, presenció la batalla de
Badr y relató que el Profeta (B y P) envió a Abû
‘Ubayda bin Al-Ÿarrâh hasta Bahrayn para reco-
ger su ÿizia. El Mensajero de Dios (B y P) había
firmado un acuerdo con la gente de Bahrayn y
les puso como gobernador a Al-‘Alá’ bin Al-Ha-
drami. Cuando Abû ‘Ubayda volvía a Medina,
los ansâríes oyeron de su regreso, que coincidió
con el salat del faÿr del Profeta (B y P). Cuando el
Profeta (B y P) terminó de dirigirlos en el faÿr los
ansâríes se le acercaron. El Profeta (B y P) los vio
y sonrió; luego dijo: «Creo que habéis oído que