Page 169 - Sahih Al-Bujari

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Oficina de Cultura y Difusión Islámica • Argentina
Sahîh Al-Bujârî
men). En esta versión dice: ‘Disputó con un judío’
(probablemente de Hadramawt).
44. El Libro de los Hallazgos
(Al-Luqata)
I
Si el dueño del objeto hallado
lo describe con sus caracterís-
ticas se le debe entregar
1111.
Ubay bin Ka‘b dijo: ‘Encontré una bolsa
con cien dinares y fui ante el Profeta (B y P). Él
dijo: «Anuncia tu hallazgo por un año». Lo anun-
cié por un año y no hallé a nadie que supiera de
la bolsa. Fui ante el Profeta (B y P) y él me dijo:
«Anúncialo por un año». Así lo hice y tampoco
encontré quien sepa de la bolsa. Así es que fui
ante el Profeta (B y P) por tercera vez y me dijo:
«Conserva la bolsa y la cuerda que la aseguraba y
cuenta el dinero que contiene. Si su dueño viene
se lo das y si no, pues disfrútalo»’.
II
Si alguien halla un dátil en el
camino
1112.
Abû Huraira relató que el Profeta (B y P)
dijo: «A veces vuelvo a mi hogar y encuentro un
dátil caído en mi lecho y lo levanto para comerlo.
Pero después lo lanzo por temor a que sea de al-
guna caridad».
45. El Libro de las Injusticias
(Al-Madhâlim)
I
El desquite en los casos de in-
justicia
1113.
Abû Sa‘îd Al-Judrî dijo: ‘El Mensajero
de Dios (B y P) dijo: «Cuando los creyentes cru-
cen a salvo por sobre el Fuego, serán detenidos
sobre un puente arqueado entre el Paraíso y el In-
fierno. Allí se desquitarán entre ellos de todas las
injusticias que se cometieron en la vida munda-
nal. Cuando ya estén purificados se les permitirá
entrar en el Paraíso. Y ¡Por el que tiene el alma de
Muhammad (B y P) en Su mano! Cada uno reco-
nocerá su aposento en el Paraíso mejor de lo que
reconoce su hogar en la vida mundanal»’.
II
Las palabras de Dios:
¡sin duda!
La maldición de Dios recae so-
bre los opresores...
(11:18)
1114.
Ibn ‘Umar dijo: ‘Oí al Mensajero de Dios
(B y P) decir: «Dios llamará al creyente y lo cubri-
rá con Su velo. Le dirá: ‘¿Reconoces tal pecado?
¿Reconoces tal pecado?’ El creyente dirá: ‘Sí mi
Señor’ hasta que reconocerá todos sus pecados y
pensará estar arruinado. Dios le dirá: ‘Yo te los he
ocultado en vida y Yo te los perdono hoy’ y le da
el libro con sus buenas obras. En cambio los in-
crédulos y los hipócritas: Los testigos dirán:
Es-
tos fueron los que mintieron sobre su Señor ¡Sin
duda! Que la maldición de Dios caiga sobre los
opresores
(11:18)»’.
III
El musulmán no oprimirá a otro
musulmán ni lo entregará a un
opresor
1115.
‘Abdullah bin ‘Umar también relató que
el Mensajero de Dios (B y P) dijo: «El musulmán
es hermano del musulmán; no lo oprime ni lo en-
trega a un opresor. Quien satisface las necesida-
des de su hermano verá sus necesidades satisfe-
chas por Dios. Quien libera a un musulmán de
un aprieto será liberado por Dios de uno de los
aprietos del Día de la Resurrección; y quien encu-
bre a un musulmán será encubierto por Dios en el
Día de la Resurrección».
IV
Asiste a tu hermano, sea opre-
sor u oprimido
1116.
Anas dijo: ‘El Mensajero de Dios (B y P)
dijo: «Asiste a tu hermano, ya sea opresor u opri-
mido». Dijeron: ‘¡Mensajero de Dios! Está bien