196
Oficina de Cultura y Difusión Islámica • Argentina
Sahîh Al-Bujârî
bre con cuya mano Dios nos dará la conquista».
Así pues; todos se levantaron (de su sueño) de-
seando ese honor de recibir el estandarte y par-
tieron deseando tal honor. El Profeta (B y P) dijo:
«¿Dónde está ‘Alî?» Le dijeron: ‘Está con una en-
fermedad en los ojos’. El Profeta (B y P) lo mandó
llamar; hizo una plegaria por él y escupió en sus
ojos. ‘Alî sanó y quedó como si no hubiese tenido
nada. ‘Alî dijo: ‘¿Los combatiremos (a los incré-
dulos) hasta que sean como nosotros (musulma-
nes)?’ El Profeta (B y P) respondió: «Con calma;
hasta que estemos frente a ellos; luego, los invitas
al Islam y les informas lo que deben hacer. ¡Por
Dios! ¡Que un hombre reciba la guía de tu mano
es mejor para ti que los camellos rojos !»
XLVII
•
Quien desea realizar una cam-
paña pero demuestra otra cosa
y quien desea salir de viaje el
día jueves
1267.
Ka‘b bin Mâlik dijo: ‘Muy rara vez el
Mensajero de Dios (B y P), cuando salía de viaje,
salía en un día que no sea jueves’.
XLVIII
•
La despedida
1268.
Abû Huraira dijo: ‘El Mensajero de Dios
(B y P) nos envió en una expedición y nos dijo:
«Si encontráis a fulano y fulano –y nombró a dos
hombres de Quraysh– quemadlos con fuego».
Luego fuimos a despedirnos de él, cuando quisi-
mos partir, nos dijo: «Yo os había ordenado que
queméis a fulano y fulano con fuego y solamente
Dios castiga con el fuego, así que; si los capturáis,
matadlos (de otra forma)»’.
XLIX
•
Escuchar y obedecer al imâm
1269.
‘Abdullah bin ‘Umar relató que el Pro-
feta (B y P) dijo: «Escuchar y obedecer es un de-
ber, excepto que se os ordene una desobediencia
a Dios, pues, cuando se ordena la desobediencia a
Dios, no hay que escuchar ni obedecer».
(1) Los camellos rojos eran los más apreciados por los
árabes y esta frase significa: lo más preciado en el mun-
do.
L
•
El imâm debe ser defendido (por
los musulmanes) y debe ser to-
mado como una protección
1270.
Abû Huraira oyó al Mensajero de Dios
(B y P) decir: «Somos los últimos pero seremos
los primeros (entrando al Paraíso)» y: «Quien me
obedece obedece a Dios y quien me desobedece
desobedece a Dios. Quien obedece a su líder me
está obedeciendo y quien desobedece a su líder
me está desobedeciendo. El Imâm es una protec-
ción en cuya defensa se debe luchar y se debe bus-
car protección en él. Si el líder prescribe el temor a
Dios y la justicia tendrá una recompensa por ello;
y si dice lo contrario será responsable por ello».
LI
•
La bai‘a durante la guerra con
el compromiso de no desertar
1271.
‘Abdullah bin ‘Umar relató: ‘Cuando
volvimos al año siguiente (a Al-Hudaybia) ni si-
quiera dos de nosotros concordaron sobre cuál
fue el árbol bajo el que hicimos la bay‘a (el jura-
mento de Al-Hudaybia) y eso fue una misericor-
dia de Dios (pues la habrían tomado como san-
tuario)’. Se le preguntó: ‘¿Y qué juraron? ¿Juraron
morir (por la causa de Dios)?’ Dijo: ‘No, juramos
tener paciencia’.
1272.
‘Abdullah bin Zayd relató que: En el
tiempo de (la batalla de) Al-Harra, alguien vino
y le dijo: ‘Ibn Handhala toma la bay‘a de la gente
a morir’ y él dijo: ‘Nunca juraré fidelidad a muer-
te a nadie más después del Mensajero de Dios
(B y P)’.
1273.
Salama bin Al-Akwa’ dijo: ‘Juré fidelidad
al Mensajero de Dios (B y P) y luego me puse bajo
la sombra del árbol (en Al-Hudaybia). Cuando
disminuyó el gentío, el Mensajero de Dios (B y P)
me dijo: «¡Ibn Al-Akwa’! ¿No pronunciarás tu ju-
ramento?» Dije: ‘Pues ya pronuncié el juramen-
to Mensajero de Dios (B y P)’. Él dijo: «Hazlo una
vez más»’. Se le preguntó: ‘¿Qué juraron ese día?’
Dijo: ‘Juramos fidelidad a muerte’.
1274.
Maÿâshi’ dijo: ‘Yo y mi hermano nos
presentamos ante el Profeta (B y P) y yo le dije: ‘Te
(2)
Maÿâshi‘ bin Mas‘úd bin Za‘laba Al-Sulamí
. Fue
de los que juraron al Profeta (B y P) emigrar. Murió en la
batalla de Al-Ÿamal el año 36H.