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Oficina de Cultura y Difusión Islámica • Argentina
Sahîh Al-Bujârî
Abû Mûsa añadió: ‘El Profeta (B y P) me en-
vió con Abû ‘Âmir. Abû ‘Âmir fue herido en su
rodilla por la flecha que lanzó un Yushamí y se
la clavó en la rodilla. Yo me acerqué a él y le dije:
‘¡Tío! ¿Quién te lanzó la flecha?’ él señaló: ‘Ése es
quien me mató lanzándome una flecha’. Yo se lo
perseguí y lo alcancé; cuando me vio se dio vuel-
ta y huyó; yo lo perseguía y le decía: ‘¿No te da
vergüenza? ¡¿Por qué no te detienes?!’ Entonces
el hombre se detuvo e intercambiamos dos golpes
con las espadas y yo lo maté. Después dije a Abû
‘Âmir: ‘Dios mató a tu hombre’; él dijo: ‘Extrae
esta flecha’; yo la extraje y brotó agua de la herida.
Entonces me dijo: ‘¡Hijo de mi hermano! ¡Haz lle-
gar mi saludo de paz al Profeta (B y P)! Y dile que
pida perdón para mí’. Abû ‘Âmir me nombró su
sucesor en el mando del ejército y vivió un poco
más, pero luego murió. Cuando volví fui a ver al
Mensajero de Dios (B y P) en su casa; cuando en-
tré lo hallé sobre su cama que era de ramas de pal-
mera atadas con cuerdas y con un colchón sobre
ellas. Las cuerdas de la cama habían marcado su
espalda y sus costados. Le informé de nosotros y
de Abû ‘Âmir, que me había dicho: ‘Dile que pida
perdón para mí’. El Profeta (B y P) pidió agua e
hizo la ablución; luego levantó sus manos y dijo:
«¡Oh Dios! Perdona a ‘Ubayd Abû ‘Âmir»; vi la
blancura de sus axilas, luego dijo: «¡Oh Dios! Elé-
valo en el Día de la Resurrección sobre muchos de
Tu creación». Yo le dije: ‘Pide perdón por mí’; él
dijo: «¡Oh Dios! Perdona a ‘Abdullah bin Qays sus
pecados y hazlo entrar por una bella entrada en el
Día de la Resurrección»’.
XXXII
La campaña de Al-Tâ‘if en el mes
de Shawwâl del año octavo
1668.
Umm Salama dijo: ‘El Profeta (B y P)
entró a verme, estando conmigo un afeminado,
y le oyó decirle a ‘Abdullah bin Umayya: ‘¡‘Abdu-
llah! Si Dios les permite conquistar Al-Tâ‘if ma-
ñana, entonces, toma a la hija de Gaylán ¡(es tan
bella y gorda que) te encara con cuatro (capas de
carne) y te da ocho (capas de carne) cuando te
da la espalda!’ El Profeta (B y P) dijo entonces:
«Estos (afeminados) no deberían entrar a visita-
ros»’.
1669.
‘Abdullah bin ‘Umar dijo: ‘Cuando el
Mensajero de Dios (B y P) sitió Al-Tâ‘if y no con-
siguió conquistarla, dijo: «Nos vamos si Dios
quiere». Esto incomodó a los sahabas y dijeron:
‘¿Nos vamos sin conquistarla?’ El Profeta (B y P)
dijo: «Volveremos»; entonces el Profeta (B y P) les
dijo: «Preparaos para combatir mañana» y com-
batieron recibiendo muchos heridas’. El Profeta
(B y P), entonces, dijo: «Mañana retornamos a
Medina si Dios quiere»; eso les gustó y el Profeta
(B y P) se puso a reír.
1670.
Sa‘d y Abi Bakra dijeron: ‘Oímos al Pro-
feta (B y P) decir: «Quien se atribuye a otro que
no sea su padre, a sabiendas, tiene prohibido el
Paraíso»’.
1671.
En otra versión agregan que: ‘Uno de
los dos (Sa‘d o Abû Bakra) es el primero en lan-
zar una flecha por la causa de Dios y el otro es el
que saltó descolgándose de los muros de Al-Tâ‘if
y se unió al Profeta (B y P) con otras personas’. En
otra versión dice: ‘Bajó al Profeta (B y P) como el
tercero de un grupo de veintitrés personas de Al-
Tâ‘if ’.
1672.
Abû Mûsa Al-Ash‘ari dijo: ‘Estaba con
el Profeta (B y P) que acampaba en Al-Ÿi‘râna,
entre Makka y Medina; el Profeta (B y P) estaba
con Bilâl cuando llegó un beduino a ver al Pro-
feta (B y P); le dijo: ‘¡Cúmpleme lo que me has
prometido!’ el Profeta (B y P) le dijo: «¡Alégrate
(con lo que te daré)!» el beduino dijo: ‘¡Me has
dicho ‘alégrate’ demasiadas veces!» El Profeta
(B y P) miró a Bilâl y a Abû Mûsa expresando
enojo y dijo: «Ha rechazado las albricias, acepta-
dlas vosotros». Ellos dijeron: ‘Aceptamos’. Luego
pidió un recipiente con agua; se lavó las manos
y el rostro; luego absorbió agua con su boca y la
devolvió al recipiente. Dijo: «Bebed del recipien-
te y mojaos la cara y el cuello y albriciaos». Ellos
tomaron el recipiente y así lo hicieron; luego lla-
mó a Umm Salama y les dijo: «Dejad un poco
para vuestra madre»; ellos dejaron, pues, un poco
para ella.
1673.
Anas bin Mâlik dijo: ‘El Profeta (B y P)
reunió a unas personas de los ansâr y les dijo:
«Los qurayshíes están cercanos aún a un perio-
do de ignorancia y sufrimiento; yo quiero ayu-
darles y atraer sus corazones ¿os complace que la
gente vuelva con ganancias terrenales y que vo-
sotros volváis con el Mensajero de Dios (B y P)
a vuestras casas?» ellos dijeron: ‘¡Claro que sí!’
El dijo, entonces: «Si la gente transita un valle y
los ansâr transitan por un sendero de montaña
yo seguiría el valle de los ansâr o el sendero de
los ansâr»’.