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Oficina de Cultura y Difusión Islámica • Argentina
Sahîh Al-Bujârî
jero de Dios (B y P) con la intención de hacer el
li‘án . Uno de los dos dijo al otro: ‘No lo hagas;
pues, si resulta ser un verdadero profeta y hace-
mos el
li‘án
(mutua maldición) con él nunca se-
remos felices ni lo serán nuestras descendencias’.
Entonces dijeron (al Profeta (B y P)): ‘Nosotros
te daremos lo que nos pidas y tú manda con no-
sotros a un hombre confiable ¡no mandes sino
a un hombre confiable!’ El Profeta (B y P) dijo:
«En verdad que enviaré con vosotros a un hom-
bre confiable, verdaderamente confiable». Cada
uno de los sahabas del Profeta (B y P) quería ser
tal hombre. El Profeta (B y P) dijo: «¡Levántate
‘Ubaydullah bin Al-Yarrâh!» cuando se levantó,
el Profeta (B y P) dijo: «Este es el hombre confia-
ble de esta nación»’.
1690.
Anas bin Mâlik relata que el Profeta
(B y P) dijo: «Cada nación tiene un hombre de
confianza; el hombre de confianza de esta nación
es ‘Ubaydullah bin Al-Ÿarrâh».
XLIII
La llegada de los ash‘aríes y la
gente del Yemen
1691.
Abû Mûsa dijo: ‘Un grupo de los
ash‘aríes fuimos ante el Profeta (B y P); le pedi-
mos que nos dé monturas y él se negó a dárnos-
las. Luego le pedimos por segunda vez y él juró
que no nos daría animales para montar. Después,
llegaron camellos de botín y el Profeta (B y P) or-
denó que se nos den cinco camellos. Cuando los
recibimos, dijimos: ‘¡Hemos hecho que el Profeta
(B y P) olvide su juramento! ¡Nunca seremos feli-
ces después de esto!’ Yo fui ante el Profeta (B y P)
y le dije: ‘¡Mensajero de Dios (B y P)! Tú juraste
no darnos monturas y nos diste monturas (¿Por
qué?)’ El Profeta (B y P) dijo: «Claro; si hago un
juramento y después veo que otra cosa es mejor,
hago lo que me parece mejor y expío mi juramen-
to incumplido»’.
1692.
Abû Huraira relató que el Profeta (B y P)
dijo: «Os han llegado los habitantes del Yemen;
son más gentiles y su corazón es más blando. La fe
es del yemení y la sabiduría es yemení. El orgullo
(1) Dos grupos en disputa salen hacia un lugar apar-
tado con sus familias e invocan la maldición de Dios o
el castigo de Dios sobre el que está mintiendo de ambos.
Los primeros 80 versos de la sura Âl ‘Imrân hablan de
este suceso.
y la apariencia son cualidades de los criadores de
camellos. La solemnidad y la calma están en los
pastores de ovejas».
XLIV
La Peregrinación de Despedida
(haÿÿat ul-wadâ’)
1693.
El hadiz de ‘Abdullah bin ‘Umar sobre
el salat del Profeta (B y P) en la Ka‘ba ya fue men-
cionado (ver Nro. 296). En esta versión dice que
rezó en un lugar marcado por un pedazo de már-
mol rojo.
1694.
Zayd bin Al-Arqam dijo: ‘El Profeta
(B y P) emprendió diecinueve expediciones mi-
litares; hizo una peregrinación después de haber
emigrado, la peregrinación de despedida’.
1695.
Abû Bakra relató que el Profeta (B y P)
dijo: «El tiempo ha retomado su forma original
como cuando los cielos y la tierra fueron creados
por Dios. El año tiene doce meses, de los cua-
les cuatro son sagrados; tres son continuos: Dhul
Qa‘da, Dhul Hiÿÿa y Al-Muharram; y Raÿab el
de la tribu Mudar, el que está entre Yumáda y
Sha‘bán. ¿qué mes es éste?» Dijimos: ‘Dios y Su
mensajero saben más’ y se calló hasta que pensa-
mos que le cambiaría el nombre (al mes). Dijo:
«¿No es Dhul Hiÿÿa acaso?» Dijimos: ‘Claro que
sí’. Dijo: «¿Y qué ciudad es esta?» Dijimos: ‘Dios
y Su mensajero saben más’; y él se calló hasta
que pensamos que le cambiaría el nombre; lue-
go dijo: «¿No es la ciudad de Makka acaso?» Di-
jimos: ‘Claro que sí’. Luego dijo: «¿Y qué día es
este?» Dijimos: ‘Dios y Su mensajero saben me-
jor’ y él se calló hasta que pensamos que le cam-
biaría el nombre. Dijo: «¿No es el día del sacri-
ficio acaso?»; dijimos: ‘Claro que sí’. Dijo: «Pues,
vuestras vidas y propiedades –uno de los trans-
misores dice: ‘Creo que dijo: «Y vuestra honra»’–
son sagrados para vosotros; así como este día, en
esta ciudad y en este mes, lo es. Vosotros os en-
contraréis con vuestro Señor y Él os pregunta-
rá por vuestras obras. ¡Oíd! ¡No volváis después
de mí a la perdición, golpeándoos unos los cue-
llos de otros! ¡Oíd! Que los presentes informen
a los ausentes ¡Tal vez algunos de los que sean
informados comprendan mejor lo que dije, que
algunos de los presentes!» Luego agregó dos ve-
ces: «¡Oíd! ¡Con seguridad que os hice llegar el
mensaje!»